Galicia no puede permitirse ningún lujo de silencios u olvidos en materia musical. Si bien nuestra tradición folklórica es rica, variada y ancestral, la música culta durante siglos ha sido cultivada y desarrollada muy a duras penas, desconociéndose todavía muchos nombres y conservándose otros- no demasiados- que se consagran en nuestra historia a través de la revitalización de entidades, musicólogos, investigadores, intérpretes y directores que saben valorar y dignificar la labor de estos “históricos” que tuvieron que abrirse paso musicalmente en tiempos adversos.
Entre estos nombres alumbra rutilante el del coruñés Andrés Gaos Berea, cuya trayectoria vital y creativa le permitió estar al tanto de las corrientes artísticas de su época y crear una obra más que relevante. Títulos como Amor velado, Aires gallegos, Miniaturas, Tormentas o la sustanciosa Impresión Nocturna, una de sus creaciones emblemáticas pensada para ser interpretada por orquesta de cuerdas y creada en 1937, cuando se celebraba en París la Exposición Universal en la que el propio autor la dirigía en estreno mundial frente a la Orquesta Lamourex en la sala Gareau.
Una música “de armonía compleja, melodismo apasionado y contenido emocional muy intenso”. Joám Trillo, compositor y director gallego, ha contribuido grandemente en la divulgación de esta partitura de destacable belleza, encontrándose actualmente en los archivos de las orquestas sinfónicas españolas y argentinas.
Más desconocida es, sin embargo, la versión que el propio Gaos elaboró para piano, transcrita en su día por Alberto Cancelo y que se pudo escuchar en el Stenway de la Sociedad Filarmónica de Vigo en la reciente celebración de su centenario de mano del reconocido pianista Alejo Amoedo, en esta destacable labor de las Sociedades Filarmónicas que, como también en Ferrol, han contribuido con sus temporadas anuales de conciertos, como auténticas mecenas del arte, a la difusión de la “música pura” en nuestro país.
Vaya en estas líneas todo el reconocimiento, mientras escucho los compases de Gaos en esta larga noche que… impresiona.