NI TE CASES NI TE EMBARQUES

Eso cuentan cada martes y trece. Un servidor, por múltiples experiencias, añade otro consejo: ni montes en taxi en el aeropuerto coruñés.

Y si, como los que tienen que embarcar o casarse aunque sea trece y martes, no hay otro remedio, ármese de paciencia, llame un guardia o espere el bus.

Y ahora mismito se lo explico: desde hace años, y ante la indeferencia de la autoridad competente (si es que hay autoridades competentes), la guerra entre los taxistas de Culleredo y de A Coruña, que fue, en ciertos casos a primera sangre, tiene mártires a los pasajeros.

La semana pasada, sin ir más lejos, un nuevo “desacuerdo” entre los taxistas de uno y otro lugar motivó más de una discusión y docenas de “cabreos”.

Es demasiado frecuente que, pese a ser dos las agrupaciones que tienen un puesto en el aeropuerto, haya que esperar por un taxi.

Y, si tienes suerte de encontrar taxi, puede pasar que –por razones que nadie sabe– a veces te recogen unos –los de Culleredo– y en otras te llevan los capitalinos.

Por razones que desconozco, pero que es insólito, incómodo e irracional, es el cliente el que se acerca al taxi y no al revés ¡y arrastrando las maletas! Llega el caso de que cuando vas a entrar tengas que ir a otro vehículo pues ese “no toca”.

Vale. Dentro del taxi (que viene a ser como conseguir cinco y el complementario) hace falta más suerte, pues unos no conocen el callejero y te piden ayuda y otros te dan un rodeo que encarece el precio.

Y ¿si no conocen los itinerarios, como tienen licencia?

¿Por qué no aprenden? ¿Por qué no llevan esos aparatos tan majos que te guían si no sabes el camino?

Es una lástima que luego de gastarse una pasta gansa en ampliar la pista, mejorar las instalaciones, el recuerdo que se lleva el usuario sea el del servicio de taxis.

En representación de un montón de afectados pido al alcalde de Culleredo, lugar donde se asienta el aeropuerto, y al de A Coruña, pues así se llama el aeropuerto, que fijen unas normas para evitar las malas prácticas por el buen nombre de A Coruña.

Martes y trece. Ojo al subir a bordo.

Agua y ajo si tiene que subir a un taxi en el aeropuerto coruñés.

NI TE CASES NI TE EMBARQUES

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