para nada ha servido ese retiro espiritual al que Pedro Sánchez sometió a su Gobierno en el “rancho de Aznar”. Cada día surgen nuevas polémicas y se conocen nuevos roces entre los socialistas y los podemitas. El último es a cuenta del intento de los morados de hacer desaparecer de un plumazo el delito en la actuación de los piquetes (hay que reconocer que la vena bolivariana se les ve a leguas). Pues eso, que ellos querían y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campos, que es un soso, no. Al final se impusieron las tesis socialistas, para lamento de sindicalistas radicales y afines. FOTO: Juan CArlos campo | aec