La semana pasada Navantia cortó la chapa en el astillero de Puerto Real del primero de los cuatro (ampliables a seis) petroleros del tipo Suezmax tras veinte años en los que no se había construido un buque de este tipo.
Con ello la factoría gaditana se asegura el trabajo por varios años. Respecto a Cartagena, toda la actividad constructiva recae ahora en los submarinos clase S-80, que debido a su complejo desarrollo, la tendrá ocupada también durante varios años.
Nos queda Ferrol, y a pocos meses de que sea entregado el Flotel, sólo podemos presumir,hoy, por hoy de estar trabajando en el BAM para la Armada.
Se da por hecho que dentro de poco la Marina australiana nos encargará al menos un buque de la clase “Cantabria”, y que con la Marina saudita poco después firmaremos un megacontrato para la realización de una serie de corbetas…pero la realidad es la que es, y la realidad es que tenemos las gradas prácticamente vacías.
En lo que respecta a éste último e importante contrato, la situación política que vivimos ha influido muy negativamente en su consecución, pues por un lado el Jefe del Estado ha debido de cancelar sus viajes al exterior, lo que ha conllevado el aplazamiento de la firma del mismo; y  por otro, los demagogos de turno han intentado dinamitarlo arguyendo que España estaba incumpliendo la ley de comercio de armas. 
Por ello afirmo, y a las pruebas me remito, que los políticos que padecemos en la actualidad, más que ser la solución, son el verdadero y principal problema que tiene nuestra nación.
“España y yo somos así, señora”…me parece muy bien, pero la verdad es que estoy un poco harto de nuestra idiosincrasia. 
En cierta ocasión le preguntaron al hispanista Stanley Payne que era lo que más nos caracterizaba a los españoles, y sin dudarlo dijo: “el cainismo”. Estoy totalmente de acuerdo. El mismísimo Goya lo expresó como nadie en su obra“Duelo a garrotazos”. Así nos va. Qué pena.