¡Quién lo iba a decir hace unos años! Resulta que cuando un españolito se perfumaba las axilas con desodorante en espray para no atufar a los compañeros de trabajo, o, si era sábado por la noche, para embriagar a una mujer a la que previamente habría preguntado “¿estudias o trabajas?” –que por entonces era el primer paso hacia una relación estable–, estaba furando la capa de ozono, acelerando el cambio climático y provocando el calentamiento de la Tierra y todo para que además la mujer a la que pretendía colonizar ya estuviese emparejada y pasase de él. Los científicos no han dejado de investigar cómo contrarrestar ese daño aerosólico y su trabajo ha recibido un impulso desde Sant Cugat. Alba Gordó, concejala independentista en ese municipio barcelonés, ha proclamado que la mejor manera de combatir el calentamiento global es “tener menos hijos y no viajar en avión”. Vamos, que parir durante un vuelo subirá la temperatura del planeta cien o doscientos grados.... ¡Cómo están las cabeciñas!