Hasta hace poco los jabalíes suponían un grave problema para los agricultores, que veían como sus sembrados sucumbías ante las piaras de estos animales. Sin embargo, de un tiempo a esta parte se están convirtiendo en un auténtico peligro para los conductores. De hecho, fue uno de estos animales el responsable último del vertido de gasóleo del pasado viernes en Aranga que provocó cuatro accidentes en los que se vieron implicados hasta 23 vehículos. Pese a lo aparatoso de las cifras solo hubo que lamentar dos heridos leves, pero esto se debió solo a la suerte.