El PP habla a menudo de lo que no existe, un supuesto bienestar recuperado con sus políticas, y minimiza las evidencias, léase la corrupción. El PSOE sueña con un Gobierno instalado en la centralidad de los tiempos de González, pero carece de los votos y los escaños. Podemos es un partido que pretende ocupar el espacio socialdemócrata del PSOE pero sin dejar de ser antisistema y populista. Ciudadanos es un proyecto de la derecha económica para salvar a la derecha política que se lo coge todo con papel de fumar. Con estos mimbres Suárez no hubiese hecho la Transición. Con esta situación, ni Rajoy ni Sánchez pasarán a la historia.
Pero el problema no está solo en la superestructura política, en la casta y en los jerarcas del sistema. España es un país sin modelo económico. Pueden ponerse muchos ejemplos de ello, empezando por la falta de una estrategia de economía productiva, pero para no parecer teóricos vayamos a algo muy concreto. Otros países no son ricos y prósperos por casualidad ni por tener ahora un gobierno de coalición, sino por hacer las cosas bien colectivamente. Y aquí viene el ejemplo, uno de tantos que se le podrían poner sobre la mesa a Ciudadanos, Podemos, PSOE y PP. La formación profesional dual no es la solución milagrosa para el sistema educativo español. Pero su éxito en países como Alemania es resultado de una experiencia de casi ¡sesenta años! No se puede replicar el modelo e insertarlo a toda velocidad y con objetivos maximalistas. Además, implantar la formación profesional dual requiere flexibilidad del sistema educativo, asignaciones presupuestarias que aseguren su capacidad de adaptación, interés y compromiso de las organizaciones empresariales y amplio respaldo político y social.
¿Estamos preparados para satisfacer estos requisitos? Probablemente no a nivel partidario, pero sí si echásemos mano de la Universidad. No es una casualidad que muchos de los pesos pesados de la Transición salieran de las cátedras. Día tras día, suele concedérsele espacio a aprendices de políticos que leen manidos argumentarios. Por una vez no pasará nada si traemos al primer plano las investigaciones de los profesores Alberto Gago, Alberto Vaquero y Eloy Pérez y el mecenazgo de Emilio Pérez Nieto con ideas de fondo sobre la formación profesional dual.