La virgen

Es de un cinismo superlativo que hable Montoro del dinero aflorado tras la lucha contra el fraude fiscal cuando los arreglos de la sede nacional del PP fueron abonados con dinero B, de la caja B, de dónde salían los sobres B que sólo algunos cargos admitieron recibir. Seguramente Rajoy no; no lo necesita quien deja en su lugar, en su plaza del Registro,  a un guardián amigo, agradecido. 
Con emolumentos a mayores, asegurados y, en otros casos, con el cónyuge también muy bien colocado, es admisible que la suya sea una generación que entiende que la avaricia tiene un límite, que no va con ellos y que sea del propio PP desde donde se insten las filtraciones necesarias para sentar a algunos en el banquillo deshaciéndose, de paso, del enemigo político que habita en casa haciéndole  sombra, respondiendo más a una política de gestos que a una destinada a corregir e impedir excesos.
Existen, sin embargo, otras circunstancias que parecen tumbar todo lo anteriormente expuesto, como son los apartamientos de determinados jueces de las causas que instruyen o el caso más elocuente: que los Pujol anden sueltos, salvo que esto obedezca realmente a su famosa amenaza: “Cuidado,  que si se agita el árbol, pueden caer muchas hojas”. Claro; durante treinta años, el robo continuado a gran escala, en el que jugó un papel proactivo una Marta Ferrusola de “profundas convicciones religiosas” que no ha sido excomulgada todavía.., era de sobras conocido por políticos, partidos, empresarios, iglesia, famosos, famosillos,…:  a través de los telediarios toda España (menos la fiscalía correspondiente, que debiendo actuar de oficio, hoy por ti, mañana por mí, y con su fiscal general del Estado nombrado por el gobierno, al frente, nada hizo) oyó a Pascual Maragall reprochar a Mas, alto y claro, aquello de que su problema era el 3%.
El apoyo de CIU para que PSOE y PP recalaran en Moncloa y acabaran disfrutando del paraíso alcanzado tras pasar por la puerta giratoria, no nos salió gratis a los tontos que los votamos: toda España se cubrió de polideportivos, palacios de congresos, auditorios, grandes rehabilitaciones públicas,… con la misma factura arquitectónica de autor y despacho catalán. Como si no existiera quien pudiese hacerlo con más acierto. No hubo adjudicación pública que no fuese a parar  a quien los Pujol  a través de CIU impusieron, a cambio de mantener al presidente de la nación y a su partido en “el poder”, mandados como mandado lo es Mas ahora.
De repente, descubrimos que todo ha sido aún peor porque lo que esconde el asunto independentista catalán  es blanquear lo que los Pujol venían haciendo en negro: hacer de Cataluña un paraíso fiscal y dejar de andar yendo a Andorra y viniendo. Toda la pomada y toda la farándula, lo más granado y lo más respetado de la sociedad, partícipes e involucrados hasta las cejas. 
Hay que tener la cara de hormigón para saber todo esto y largar la vicepresidenta que si “todos hicieran lo que Monedero, a ver cómo íbamos a pagar los servicios públicos que, de ser por ellos, no podrían ser financiados”.
Hay que reconocer que entre el empresariado no es todo golfería financiera: “Es que si no es así, no te queda dinero para reinvertir”  Sangrados a impuestos, sienten que aquí sólo sirven para sostener políticos, marañas de partidos, autonomías y desmadres de todo tipo. (Noticia reciente: “El Sá Carneiro pulveriza su techo histórico de pasajeros”. Portugal: 11 millones de habitantes, tres aeropuertos; Galicia, menos de 2.400.000, con una población superior a los 65 años, también 3 aeropuertos). 
Pues sí, manda narices tener que evadir para poder reinvertir en tu industria, implementar las mejoras tecnológicas disponibles y contratar los mejores recursos humanos a tu alcance para resultar competitivo en un mercado atroz porque como industria española ya partes de posiciones negativas al ser víctima de la estafa eléctrica permitida por los gobiernos del PSOE y del PP, vendidos sus líderes a sus poltronas en los consejos de administración.
Ahora bien, a tales políticos dirigentes, tales votantes: ¿cómo es posible que los socialistas –100 años de honradez– puedan presumir de Solchaga, Salgado o del mismo Felipe, quien cesó en la eléctrica porque se aburría, no por otra razón? Y falta por saber quién percibe beneficios por el regalo de Preciados a Cisneros, vendido poco después por el pelotazo del siglo.  Luego, el chorizo es Mario Conde. Y la Audiencia Nacional avala la concesión a la Virgen de la Medalla al Mérito Policial. Eso, ¡la Virgen, qué país!
 

La virgen

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