InÉS Arrimadas, musa del sector pijo de Ciudadanos, es decir, de todo el partido, es el diablo para los republicanos catalanes. No solo les ganó las últimas elecciones autonómicas, sino que además convenció a su marido, diputado de CiU, para que la votase. Ahí se descontrolaron los independentistas, que no sabían si se trataba de heteromatriarcado o de amor. Tal vez por eso ahora reparten una viñeta en la que la representan desnuda, en postura sensual, con cinco hombres que la rechazan y que forma parte de la campaña lanzada para marginarla. Por amor, más bien por compasión, habrá que matricularlos en un curso de despatriarcalización