Urs es un viejo amigo suizo que, durante más de una década en los años 70, trabajó en España –en León, montando la térmica de La Robla; Cataluña en la Comercial Terrestre Marítima y aquí, en Galicia, en un astillero ferrolano– contratado a través de una multinacional con sede en su país. Por aquel entonces no entendía la sorpresa de sus colegas, los ingenieros de traje y corbata, al verle aparecer en el “chollo” con ropa de trabajo y el cinturón de las herramientas: no entendía que los bares “con más ambiente” eran los que estaban más sucios y, tampoco entendía que por estos lares se presumiera, en voz alta, de hacer trampas a las administraciones públicas. Lo de Hacienda, sobre todo.
Ahora jubilado, viene como turista, y no entiende lo que pasa en el país al que quiere y sigue puntualmente a través de la prensa y la televisión. En largas conversaciones telefónicas intento explicárselo pero siempre me queda la impresión de que no nos entiende. Por ejemplo ¿cómo le explico que, en pleno destape de la corrupción en el PP valenciano, sumada la del PP de Arganda y añadidos los nuevos datos de Gürtel, Púnica, Taula, etc., el presidente en funciones y su equipo se nieguen a informar en el Parlamento…?
¿Cómo le explico que, la penúltima mentira de Mariano Rajoy, mintiendo “en casa” sobre el cumplimiento del déficit, ya había avanzado a la Unión Europea de su incumplimiento, y –manda carafio!– las encuestas siguen pronosticando que su partido es el favorito de la ciudadanía….? Añadan las mentiras de Esperanza Aguirre y los silencios de otros populares.
Y ¿cómo se entienden esos resultados que anticipan las encuestas, cuando las noticias –esto es la realidad tomada y pesada por los notarios de la actualidad– aseguran que crece el número de españoles que padecen pobreza energética, que el plan de ayuda a los parados –anunciado a bombo y platillo por el partido que gobernó estos años– es un fracaso pues aumenta el número de parados de larga duración, sin subsidios?…
Y ¿cómo explicar el rigodón de los cuatro partidos que, a derecha e izquierda, bailando juntos o separados, son incapaces de cuadrar las sumas que –aquí también hay encuestas–, prefiere la ciudadanía…?
Vale. Y si los que estamos aquí no entendemos nada (¿o será al revés, que se les entiende todo?) como vamos a explicarlo por ahí…?
Y, pregunta Urs, ¿cómo salen ustedes de esto…? Y le respondo repitiendo la frase de Javi: por la frontera