Días atrás falleció en la ciudad de La Coruña el eminente doctor en Medicina y benefactor de cientos y cientos de coruñeses, Modesto Nogueira Lois. Este dignísimo discípulo de Hipócrates fue fiel continuador de aquella pléyade de ilustres médicos coruñeses ya desaparecidos: Barbeito, Rodríguez, Hervada, Ron, Cobián y un etcétera que fueron honra de la Medicina y de la hombría de bien.
El doctor Nogueira ejerció durante muchísimos años en la barriada de Os Mallos, donde era considerado como un padre en la faceta humana y como un auténtico sabio en el campo profesional. Súper apreciado por muchas generaciones de pacientes, para todos era “don Modesto”, el ángel bueno que, con frecuencia, ni cobraba a los necesitados. Ya estaba en marcha la consecución de una calle con su nombre, a petición de sus muchos pacientes más humildes a los que con frecuencia hasta socorría económicamente. Toda La Coruña espera que esa calle para el doctor Nogueira sea un hecho consumado y rápido.
Curiosamente, comenzó su carrera en el Hostal de los Reyes Católicos, antiguo hospital en Santiago de Compostela y también ejerció como médico rural. Se desplazaba a caballo para ver a sus pacientes de aldeas remotas.
El padre de nuestro doctor –el recordado Modesto Nogueira Panacia– fue concejal con la II República y protegió en su casa a muchos empleados de la Bazán perseguidos en aquellos duros momentos. A su vez, familias destacadas le protegieron después a él, por ser un auténtico hombre de bien. Su hijo, nuestro doctor Nogueira, siguió en todo los pasos de su padre. El doctor Nogueira fue en vida generoso hasta la saciedad, humano en el amor a sus pacientes, sencillo en el trato con todos, humilde en sus aspiraciones que se resumían en el amor a sus enfermos y en curarlos lo mejor posible. Todo ello, vestido con un carácter divertido, optimista, siempre sonriente. Cumpliendo el precepto evangélico: “no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha”. A su viuda doña María Cabezas y al hijo de ambos, nuestra más sincera condolencia.
Doctor Nogueira, descanse en paz.