NO debía andar desencaminada la Junta Electoral cuando prohibió el Dillo ti previsto para el pasado día 4 –por cierto, nunca más se supo del recurso que la Marea nasía pa’ganá anunció que interpondría–, alegando que violaba la normativa que regula la precampaña, porque desde entonces –y menos mal que la campaña ya enfila su recta final– la xente do común no ha dejado pasar un instante sin anunciar un nuevo proyecto. Incluso ayer, durante su actuación como telonero de las estrellas llegadas del otro lado de Pedrafita para el mitin del Día del Paracaidista organizado en los jardines de Méndez Núñez, Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, interpretó el papel que correspondería a un candidato al Congreso. Daba la impresión de que hasta se lo creía. Muy bueno también lo de Íñigo “El niño de San Ildefonso” Errejón, prácticamente calcó el discurso del día anterior en Sevilla, con la salvedad de que allí dijo que en Andalucía es donde va a empezar el cambio y en A Coruña, que Galicia es donde ya había empezado... Que no desespere, que Maduro también repite las cosas y mire usted lo lejos que llegó.