¿Tiene razón el presidente Trump cuando abronca a los dirigentes de los países que forman parte de la OTAN porque salvo contadas excepciones no aportan al presupuesto de la Alianza los recursos que les correspondería según acordaron en la anterior cumbre celebrada en Gales? En parte, sí tiene razón. Los EEUU aportan 618.000 millones de dólares, más del doble que el resto de miembros cuya contribución ronda los 301.000 millones de dólares.
En el caso de España no llega al 1,53% de nuestro PIB y el compromiso era llegar al 2 % en 2024. Otros países, entre ellos Alemania o Italia, tampoco han cumplido con el porcentaje que pactaron. Hasta aquí el apunte que le daría la razón al excéntrico inquilino de la Casa Blanca. Un as en el arte de hacer amigos que se ha despachado a gusto en la reunión celebrada en Bruselas llamando delincuentes a los países que no aportan la cantidad que les correspondería. Disparando contra todos y mezclandolo todo, en el estilo bronco que le caracteriza ha chantajeado a sus aliados diciendo que EEUU podría abandonar la OTAN y les ha recordado que ésta alianza militar nació para defender a Europa de la amenaza que suponía la Unión Soviética. Como sí no conocieran su propia historia. Estuvo particularmente borde con Alemania país al que reprocha que aporte menos de lo acordado pese a que su economía es próspera y hace negocios con Rusia. Trump es así, directo y grosero. Pero no da puntada sin hilo. Abroncando a sus socios está mandando un mensaje a sus electores republicanos.
En otoño habrá elecciones en EEUU para renovar toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado .Lo que no dice es que recela de la llamada Iniciativa Europea de Defensa porque quieren impulsar la industria militar propia. Y no está previsto comprar sistemas de armas norteamericanas. El gran lobby que apoyó la elección de Trump, mira con recelo el proyecto. Trump es un bocazas pero defiende sus intereses. Pese a todo lo que había largado contra sus socios se fue de Bruselas satisfecho y diciendo que a partir de ahora la OTAN iba a ser mucho mejor.
Lo uno y lo contrario. En lo que afecta a España, Sánchez ha mantenido la línea argumental que había desarrollado Rajoy. A la hora de tasar la aportación a la Alianza hay que tener en cuenta el coste de las misiones militares en el exterior. Trump tiene razón a medias, pero la pierde al expresarla en un tono impropio. Por eso nadie se ha tomado en serio su chantaje amenazando con abandonar la OTAN.