es mucho, pero mucho lo que seguimos sin saber del coronavirus, aunque los que estudian el tema nos van dando pinceladas cada vez que pueden. Ahora nos dicen, por ejemplo, que todo parece indicar que el virus llegó a España en febrero. El estudio genético del bicho revela, que a mediados de ese mes ya se había hecho fuerte entre nosotros. Antes de que los aficionados del Valencia viajasen a Milán y volviesen con sorpresa. Lo suyo contribuyó, pero no fue el origen. El informe dice además, que hubo al menos quince entradas diferentes en el país. O sea, que no hubo un paciente cero responsable de hacer saltar el contagio de un ciudadano a otro. La invasión fue múltiple y no parece claro que vayamos a desenredar la madeja para dar con el camino inverso que hizo el Covid-19 desde Wuhan. Pero firmamos cambiar esa incógnita por la forma de acabar con él. Cuestión de prioridades.