Los hay desde el de ciencia-ficción hasta el que recorre la actualidad usando como muleta los hechos conocidos, adornados por testimonios verificados, pasando por otros ejemplos que ahora llaman post-verdad, cuando la adornan con opiniones que elevan a noticia, o bucean en la parte de hecho o historia que les interesa obviando la otra parte contratante…
Un querido amigo, al que le gusta mucho la política, aunque no ha tenido suerte en ella, pone pie a tierra y empieza su relato anteayer escondiendo otros hechos similares que forman parte del todo. Por ejemplo: el Gobierno es capaz de pactar con quien sea para ejercer el ordeno y mando. Cierto. Y con los mismos socios que hicieron “los otros” –el PNV recordaba que sus charlas con Aznar conseguían media hora lo que en días no se lograba con González– como el más reciente intercambio de millones por los votos que apoyaron el último presupuesto y con idénticos protagonistas.
Ahora que tanto se habla de la post-verdad o lo que siempre se llamó la verdad maquillada es difícil separar la paja del trigo. El pasado fin de semana aquí, no fogar de Breogán, se dio el pistoletazo de salida con importantes presencias y significativas ausencias. En este caso se trataba de políticos profesionales “con mando en plaza. Según se puede “leer” el mapa político, a la derecha nos encontramos con Casado en Pontevedra reivindicando la figura de Mariano (que no estaba), lo que tiene su gracia si recordamos que llegó a la presidencia de los populares para cambiar el partido. Igual quiere hacer con la Constitución, actualizarla que no cambiarla.
Pónganse ustedes en lo peor si consigue añadir todo el pasado (Aznar, Rajoy, los nuevos-viejos compañeros citados a declarar por la Gürtel) con el presente representado por Feijóo, que le va a “pilotar la estrategia electoral” al tiempo que intenta recuperar para Casado los ayuntamientos y diputaciones perdidas en Galicia.
Dirijamos la mirada a la izquierda, al duelo en el OK PSOE que tiene tintes dramáticos (Gonzalo y Abel) en un duelo familiar, al que se acercó la vicepresidenta con la tarea de ”poner fin al ciclo de Feijóo” como primera medida de esta apertura de curso político. Y girando en torno a l política gallega nuestros visitantes “se enzarzan” en la exhumación del tema catalán que, con el de Franco, da tanto juego. Y si refresca algo, cuando estos señores lleguen a su ciudad de origen, nos quedará a nosotros discutir sobre el agravio con nuestro puerto.