Los lodos que dejan unos impresentables

Ayuda el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que convive con un juez que ocultó su militancia en el Partido Popular y otro que convivió –pasta por medio de FAES– y le recordarán en moto con una copa de más y un casco menos…
Y ¿cómo está esto? Pues que uno de cada tres gallegos cobra por debajo de los mil euros; aumentó el número de beneficiarios de la renta social; son cada vez más los que no reciben prestación alguna y en Cáritas no dan abasto para atender a tanta gente que necesita ayuda de urgencia.
Y ya vale todo. Trampas en las cuentas que, según la Unión Europea, anuncian más recortes y, en consecuencia, más penuria entre la ciudadanía.
Todo vale… más madera. Al incendio de las prestaciones sociales, el desempleo, la injusticia social, sumamos ahora “el problema catalán”.
Recordarán ustedes al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con Espe y otros conocidos y destacados “peperos”, haciendo campaña en contra de los productos catalanes, recogiendo firmas entre los ciudadanos, presentando un recurso ante los tribunales…
Y no estará de más recordar que por intereses partidarios montaron en su momento aquello que se llamó “el café para todos”, con la provincia de Albacete traspasada a Castilla-La Mancha, León metido con calzador en Castilla. Y será bueno recordar que en España hay algunas peculiaridades: Navarra y el País Vasco; Ceuta y Melilla; la insularidad de las Canarias… Todo eso lo hizo la derecha, lo consintió el PSOE y aquellos polvos nos traen estos lodos.
De las tres “nacionalidades históricas” en Madrid se olvidan siempre de una… consecuencia clara de tener al primer presidente contrario al artículo octavo, que se presentó a las elecciones con el eslogan “España, lo único importante”. 
Y se ponen estupendos en nombre de la patria y “pasan” de los ciudadanos, los que juntos hacen país, patria. 
De aquellos polvos vienen estos lodos. De polvos nos hablan los populares de Oviedo al hacerse pública una factura por gastos en “putiferios”.
A nosotros, estos impresentables, nos dejan los lodos. 

Los lodos que dejan unos impresentables

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