el economista José Carlos Díez, de obediencia socialista, será muy bueno en lo suyo, pero de cultura general anda muy justito. El otro día se le ocurrió adjudicarle a Cela la paternidad de la frase “el nacionalismo se cura viajando” y le cayó encima un ciberpitorreo de los que hacen época. El escritor de Padrón era un buen festeiro y perfectamente podía haber engendrado esa sentencia e incluso algún niño en una noche de troula, pero fue Pío Baroja quien lo dijo. Ana Pontón, el rostro humano del Beneguai, y el exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares, voceiro de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, se arriesgaron a viajar hasta Barcelona para disfrutar de la Diada y volvieron maravillados de la libertad y del ejemplar ejercicio de los derechos democráticos que por allí se respira. Habrá que hacer una cuestación popular, eso que ahora se llama crowdfunding, y regalarles un interraíl para que viajen un poco más a ver si así espabilan.