Mientras el FMI se pone de perfil sobre el rescate de Grecia, el conservador Juncker (el del asunto Lux-Leaks, pringado por favorecer a multinacionales por pagar impuestos en Bélgica), entona el “mea culpa” sobre la política europea de estabilidad (recortes), contra la dignidad de los ciudadanos griegos, irlandeses y portugueses (a los españoles que les den por saco). Parece que ahora quiere demostrarle a Merkel y Barroso quien lleva los pantalones en Europa, pues ocupa cargo electo en la Comisión Europea, mientras que Merkel es “solo alemana” y Barroso un funcionario.
Hasta el mismo Obama, por su vía de la experiencia probada y el sentido común, está hasta los huevos de que Merkel le complique la vida con su política de “nein” bloqueando el asunto griego (y lo que le cuelga a otros), primando los intereses de sus bancos. Si Merkel es la dama de las bragas de hierro, Juncker: tres en uno y listo. ¡Chiringa!