La bolsa cerró su mejor agosto desde 2012 y al cierre de la semana recuperó los niveles previos al Brexit; la prima de riesgo sigue en torno a los 100 puntos y el empleo sigue creciendo y lo hace ya 40 meses consecutivos. Desestacionanlizado los datos, el volumen ha sido menor este agosto, pero la cifra de parados es la más baja desde 2009. Seguimos sin gobierno y después de la investidura fallida de Rajoy, todo el mundo se pregunta qué va a ocurrir. Se habla de intentar que se vaya Rajoy, de esperar al resultado de las elecciones vascas y gallegas, de un comité federal donde vuelva la sensatez al PSOE o de unas terceras elecciones. La cuestión es que ya es casi imposible tener un presupuesto a finales de mes y un Plan de Estabiliadad que llevar a Bruselas antes del 15 de octubre.
Todas las apuestas están abiertas. Incluso no se puede descartar que Sánchez intente algún tipo de acercamiento entre PSOE-Podemos y Ciudadanos. Los socialistas emitieron una nota negando que Sánchez hubiera insinuado en su discurso que iba a intentar buscar una alternativa a Rajoy. Sin embargo, muchos lo han entendido así. Y eso, la vuelta a la escena de Podemos, es lo que puede poner nerviosos a los inversores y echar por tierra algunos de los logros conseguidos. Cierto que algunos datos empiezan a dar ya síntomas de agotamiento. La inercia tiene un límite y la confianza y el prestigio cuesta mucho conseguirlos, pero te lo puedes cargar más pronto que tarde. En lo político, pero sin duda en lo económico, estamos jugando con fuego.