SI Di Stéfano fuese el padre de tantas frases como se le atribuyen, no habría estado callado ni un minuto en su vida. Valdano a su lado sería el mudo de los hermanos Marx. Una de las sentencias que se le adjudican es la que dice: “Se juega como se entrena”. Parece difícil que lleve sus genes, pues en sus tiempos se entrenaba poco y se jugaba bastante, pero pudiera ser, porque nadie está libre de un desliz y que le surja un hijo bravo. Si es verdad que hay relación de causa-efecto entre el trabajo de la semana y lo que se ve en el campo el domingo, el Fabril va a ser otro equipo, porque Luisito exigirá el máximo a los jugadores todos los días. Falta facía alguien como él. FOTO: luisito | aec