Un acuerdo que resta pese a que nació para sumar

Mario López Rico, heroico nacionalista coruñés –no es que sea el paje de Paco Vázquez, el coruñesismo hecho hombre, sino que andaba por María Pita como concelleiro del Beneguai, cuando el exembajador pasaba el rodillo–, fundó  una peña de amigos a la que bautizó como Cerna, que incluso alcanzó la representación parlamentaria como ingrediente de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué. Compromiso por Galicia es algo más que una peña de amigos, pero tampoco figura entre los partidos con milleiros de militantes. De hecho, desde hace unos días cuenta con algunos menos. El pacto firmado entre su jefe, Juan Carlos Piñeiro, y Ana Pontón, el rostro humano del Beneguai, no ha sentado bien entre una parte de los afiliados, que han pedido la cuenta. El acuerdo estaba destinado a sumar, pero puede que hasta acabe restando. Habrá que darse una vuelta por la facultad de Exactas a ver si alguien es capaz de resolver semejante problema matemático, porque o galeguismo no está para mucha pérdida de elementos.

Un acuerdo que resta pese a que nació para sumar

Te puede interesar