Un año han estado sin toros en Palma de Mallorca y, el pasado viernes, previa sentencia judicial, ha vuelto a haber una corrida en la capital de las islas. Frente a los concentrados en contra de la celebración del festejo, los doce mil asistentes (que abarrotaban y cubrían todo el aforo de la plaza) cantaron el “que viva España” y en algunos momentos de las faenas se dejaron escuchar con fuerza gritos de “Libertad”. Es una lástima que la politización llegue a todos y cada uno de los aspectos cotidianos de la existencia. Y todavía es peor que todo sirva para crear un motivo de confrontación.