AL tierno herbicida Pablo Echenique –“soy muy del amor y esas cosas, pero la mala hierba hay que extirparla”– no le va el pluriempleo. No pasa nada, tampoco le iba pagar a la Seguridad Social ni regularizar la situación de sus asistentes y ahí sigue pontificando sobre la ética y la integridad. El caso es que está a punto de renunciar a su escaño en el Parlamento de Aragón para dedicarse full time a su cargo de secretario de Organización y Programas de Podemos y no condicionar la renovación del partido en su comunidad autónoma. Vamos, que su intelecto va a estar durante las 24 horas pensando en cómo tocar las narices a los podemitas díscolos y que ya ha colocado al alguien para gobernar los círculos concéntricos aragoneses. Dedicar todos sus esfuerzos a un solo chollo quizá potencie otra vez la economía sumergida, porque él solo no a poder con todo.