Nueva temporaada de migraciones

medida que mejoran las condiciones climáticas, aumenta el ritmo de migrantes que desean arribar al continente europeo. Así, a finales de mayo se sucedieron varios naufragios en las costas mediterráneas próximas a Italia que dejaron un reguero de treinta y cuatro muertos y miles de rescatados. De lo que va de año, murieron casi dos mil personas en su intento por atravesar el Mare Nostrum huyendo de la desesperación en búsqueda de paz y trabajo, angustia de la que se aprovechan las mafias que controlan el tráfico de refugiados.
Preparémonos para asistir a otra oleada de hechos dramáticos provocada por el desplazamiento forzado de familias y poblaciones enteras de sus lugares de origen. Y dispongámonos a comprobar un salto cualitativo en las desgracias. Según Unicef, hay veintiocho millones de niños en el mundo víctimas de desplazamientos forzosos. Y aún más, está aumentando exponencialmente el número de pequeños que viajan solos, situación que agravará sus condiciones de vida ya de por sí inaceptables, jalonada de la inaccesibilidad a los recursos básicos, violencia y abusos.
Europa está en una etapa histórica en la que sufre los desplantes de los populistas, sea el presidente Donald Trump, sea el acoso del vecino ruso o bien el Brexit del Reino Unido, a los que debe responder. Y la mejor forma de hacerlo es poniendo en valor lo que somos y representamos. No me canso de recordar que la actual construcción política del continente responde al proyecto de paz, libertad y prosperidad, que todavía gozamos, en mayor o menor medida. Los que vienen a refugiarse a nuestro continente vienen precisamente por nuestros valores.
No se va arreglar nada poniendo trabas al flujo de personas, pues nada impedirá que las fronteras se salten. O acaso no hubo épocas en que muchos europeos huyeron de sus lugares de origen traspasando límites territoriales en busca de paz, fuera como fuese. Entonces, no hay más solución que la solidaridad internacional porque no olvidemos que en el fondo se trata de una crisis de derechos humanos.
Sabemos que en el corto plazo no se solucionarán los problemas de origen por los que la gente huye de sus países. Por tanto, la Unión Europea no puede obviar su responsabilidad para evitar el drama humanitario al que nos enfrentamos. 
 

Nueva temporaada de migraciones

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