oy es 14 de abril, aniversario de la Segunda República. Fue una breve etapa de nuestra historia sobre la que se ha echado mucha tierra encima para tapar sus logros, y también para construir una leyenda negra; no murió víctima de sus errores, sino por un golpe de estado y por la guerra civil que le sucedió. No escasean los que defienden como postura más razonable, mantener la equidistancia entre golpistas y defensores de la legalidad, y ya puestos a ser neutrales, dejar enterrados a miles de cadáveres en las cunetas y a Franco en el Valle de los Caídos.
Algún día nuestros hijos no darán por bueno el argumento de que sus padres, abuelos y bisabuelos, votaron monarquía en 1979, y que eso es inamovible; exigirán votar para decidir si quieren vivir en una monarquía o en una república, ambas democráticas, pero más esta que aquella, y algunos lo harán pensando en lo que pudo ser y no fue.