MÉXICO solo recibió desdén; que si voy a construir un muro, pero tienes que pagarlo tú; que no se me marche ni una empresa al otro lado del río Grande porque la crujo; que si al presidente Peña Nieto lo miro por encima del hombro... Donald Trump le ha hecho –le ha querido hacer– todo tipo de perrerías a los mexicanos. En cambio, se desvela por Argentina. Es verdad que el presidente de EEUU y su homólogo porteño, Mauricio Macri, son amigos desde hace treinta años –ya se sabe que entre negociantes florecen las relaciones–, pero aún así parece demasiado amor. Los machistas, que por los USA también los hay, aseguran que todo se debe a que la mujer de Macri está de muy buen ver y ya se sabe que esa es la debilidad de Trump... Para evitar tentaciones, el presidente argentino puede amenazarlo con mandarle de embajador a Valdano.