El conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, visitó ayer la iglesia de Dolores, cerrada al público desde hace dos años, para anunciar el inicio inminente –en cuestión de días, precisó– de las obras de restauración del templo que permitirán su “estrea” de cara a la Semana Santa de 2022, que prevé pueda desarrollarse con normalidad.
Rodríguez, que estuvo acompañado del alcalde de la ciudad, Ángel Mato, y del diputado autonómico José Manuel Rey Varela, entre otros cargos políticos y diocesanos, explicó que la intervención permitirá resolver “as patoloxías” que obligaron a clausurar la iglesia en 2018. La Xunta invertirá en esta actuación cerca de 250.000 euros.
El titular del departamento de Cultura del Gobierno gallego destacó la importancia que tiene el templo para la Semana Santa ferrolana. “Ten un papel moi relevante na vida cultural e relixiosa da cidade”, dijo, “e compre actuar para evitar un maior deterioro”. En este sentido, subrayó el “firme compromiso” del Ejecutivo autonómico en la “restauración, conservación e protección do legado patrimonial da Comunidade”, capítulo en el que, afirmó, la Xunta aumentará su inversión hasta en un 19% este año.
Trabajos
Las obras en la iglesia se centrarán, explicó el conselleiro, en la fachada, la estructura, la cubierta y el sistema de evacuación de pluviales, con especial hincapié en las torres, en las que se ha detectado un “progresivo desprazamento que está provocando a fractura da bóveda e a fisuración polo lintel da porta e polo óculo da portada principal”.
Para poder ejecutar los trabajos, los técnicos atarán la fachada con tirantes de acero y, en la coronación de los muros, instalarán un zuncho de hormigón armado que hará la función de anclaje.
Posteriormente, con el objetivo de solucionar el deterioro de la estructura de madera, se colocará un armazón de tres pórticos de acero galvanizado y se repararán o, si es preciso, se sustituirán las piezas de la estructura principal y las durmientes en mal estado. También se cambiará la cubierta actual por otra de teja cerámica curva.
En cuanto al sistema de evacuación de pluviales, los técnicos han constatado que no funciona como debiera por el tipo de material –PVC– y por estar diseñado con “trazados demasiado complexos” que afectan a su funcionamiento, por lo que se rediseñará con una nueva red de canalones y bajantes de zinc y se repararán las fisuras e desconches producidos por la oxidación. Finalmente se desinsectará la madera, se retirará la vegetación de la fachada y se limpiarán los muros.