Abel, uno de los cinco hijos de Carmen Avendaño, presidenta de la Asociación Érguete, falleció ayer a los 50 años tras una larga enfermedad, informó este viernes la organización en un comunicado en el que expresan su pesar por la pérdida.
“Creció de la mano de la asociación, como cada uno de los hijos de Carmen. Perdemos a un compañero, un ejemplo de superación para nosotros”, dice la citada asociación, nacida en el año 1984 como iniciativa de un grupo de familias a las que unía la drogodependencia de alguno de sus hijos.
Abel fue uno de los dos hijos de Carmen Avendaño que se enganchó a la heroína en la década de los ochenta, cuando las drogas hicieron estragos entre la juventud gallega. También en el barrio de Lavadores, zona obrera de Vigo, donde vivía Carmen Avendaño con su familia y donde la droga arrasó a casi toda una generación.
Esa fue una de las causas que llevó a la madre de Abel a encabezar la lucha contra el narcotráfico, poniendo en riesgo su propia vida, y a fundar en 1984, junto con otras nueve madres afectadas por la misma situación, la asociación Érguete para la prevención e intervención en conductas adictivas.
Desde entonces, Carmen Avendaño no ha dejado de luchar por “una sociedad mejor, más justa y con más oportunidades para todos”, a través de la organización de planes integrales de rehabilitación y reinserción, objetivo en el que también estaba involucrado su hijo Abel, que trabajaba en Cormo Integral, empresa de integración laboral especializada en jardinería.