Los Comités de Defensa de la República (CDR) protagonizaron desde primera hora de ayer cortes de tráfico en el centro de Barcelona y en algunas autopistas, como la AP-7, así como las vías del AVE en Girona, para conmemorar el 1-O, antes de manifestarse al mediodía por las calles de la capital catalana.
En el plano político, la actuación de estos grupos independentistas recibió el amparo del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que aseguró en Sant Juliá de Ramis (Girona), antes de presidir una reunión extraordinaria del Govern, que los CDR “hacen bien presionando” y les ha instado a seguir haciéndolo.
En cambio, el expresidente catalán Carles Puigdemont se desmarcó de la “acción directa” promovida por los CDR y consideró “imprescindible” mantener la vía de “unidad y civismo”.
Las palabras de Torra fueron criticadas por la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que calificó de “intolerable” que el presidente catalán “anime” a los CDR a seguir con sus acciones, mientras el portavoz del grupo parlamentario del PPC, Alejandro Fernández, reclamó al presidente de la Generalitat que “exija a los CDR que paren estas acciones violentas.
Las acciones de los CDR comenzaron poco antes de las 07.00 horas con la irrupción de hasta cuatrocientos activistas en la estación del AVE en Girona, donde ocuparon las vías e interrumpieron durante algo más de dos horas el servicio de Alta Velocidad Figueres-Girona-Barcelona.
Con gritos de “1-O, ni olvido ni perdón”, los CDR impidieron que uno de los trenes del AVE que llegaba a la estación pudiera detenerse para que los pasajeros bajaran del convoy y los que esperaban pudieran subir al mismo.
También miembros de estos comités retiraron por la mañana la bandera española que ondeaba en la fachada de la Delegación del Govern de la Generalitat en Girona y colgaron una estelada.
Desde primera hora estos grupos también provocaron cortes en múltiples puntos de la red viaria como la AP-7, a la altura de Hospitalet de l’Infant (Tarragona), que duraron unas cuatro horas; la A-2, entre Sant Andreu de la Barca y Sant Vicenç dels Horts; y en la autovía Ll-11, en Lleida; ocasionando además retenciones destacables en los accesos en Barcelona.
Los activistas pusieron fin a la protesta de l’Hospitalet levantando los peajes para que pasaran los vehículos, algo que también se ha repetido en el peaje de Martorell, en la misma AP-7; y en Vilassar de Mar y El Vendrell, en la C-32.
Otro punto donde se produjeron alteraciones de tráfico fue el centro logístico CIM Vallés, donde un centenar de camiones quedaron atrapados por los cortes.
En paralelo a estas protestas, el centro de Barcelona amanecieron con calles cortadas por los activistas independentistas, lo que provocó escenas de nerviosismo con los conductores afectados.
Decenas de miembros de estos grupos bloquearon la entrada a las torres de CaixaBank, en la Diagonal, y se manifestaron frente a la sede de la patronal Foment del Treball y del edificio del Banco de España enarbolando pancartas con los lemas “Soberanía económica. Fuera el Banco de España”.
Al mediodía, centenares de activistas se manifestaron por el centro de Barcelona, con una pancarta en la cabecera con el lema “Tumbemos el régimen. Votamos independencia”, y coreando gritos como “Sin desobediencia no hay independencia”. l