Un poco más cerca de la promoción

La fase de ascenso a Segunda A está un poco más cerca para el Racing. La victoria que consiguió ayer sobre el Sporting B lo mantiene en la segunda posición de la tabla clasificatoria. El triunfo, además, pone fin a su racha de partidos sin ganar fuera de casa, que se prolongaba toda la segunda vuelta y que hacía que el cuadro verde no hubiese encarrilado más el objetivo que tiene para lo que queda de la liga regular, que ahora ve un poco más cerca.
La puesta en escena del Racing fue eléctrica. El equipo ferrolano saltó al campo con el cuchillo entre los dientes y, de esta manera, en los compases iniciales encerró al filial sportinguista en su campo. Así llegó el primer aviso del cuadro verde, que protagonizó Iago Iglesias tras dibujar una pared con Pablo Rey, pero que el colegiado anuló tras señalar falta en ataque. De todas formas, poco después llegó la mejor jugada del conjunto asturiano, que el racinguista Marcos Álvarez abortó “in extremis”. Pero en realidad esto fue un espejismo, puesto que el cuadro gijonés no volvió a dar señales de vida en ataque hasta el tramo final de la primera parte del partido.

PRESIÓN
La escuadra rojiblanca quiso adelantar la línea de presión, pero el Racing no se lo permitió con una circulación de balón rapidísima que dejaba vendidos a los jugadores dirigidos por Abelardo. Así, en el ecuador de la primera parte, Forte pudo adelantar al cuadro verde en el marcador con un disparo desde fuera del área después de una gran acción individual de Manu Barreiro, pero no encontró puerta. Acto seguido fue Iago Iglesias el que probó fortuna en una falta que fue a parar a las manos de Ayala. Pero lo que se demostraba era que el dominio del Racing era absoluto. Solamente le faltaba acertar en la suerte del remate. La réplica sportinguista solo corrió a cargo de Álvaro Bustos, que se resbaló cuando estaba armando el pie para lanzar a puerta y habilitó sin querer a su compañero Álex Menéndez, una acción se que resolvió sin consecuencias para los de Aira. A ocho minutos para el descanso, Dani Rodríguez tuvo en sus botas el gol, pero tampoco estuvo acertado a la hora de concretar. Por eso, al descanso se llegó con tablas en el marcador, aunque el cuadro verde lo había hecho casi todo bien para estar por delante en el tanteador del enfrentamiento.
La segunda parte comenzó tal y como lo había hecho la primera. El Racing salió a sentenciar el partido por la vía rápida, pero se aceleró en exceso y eso no lo benefició. El cuadro verde, de hecho, se veía tan superior que puso toda la carne en el asador, incluso dejando espacios en su defensa con demasiada alegría, porque el Sporting B apenas inquietaba y eso lo cargaba de confianza para tomar riesgos a la hora de lanzarse al ataque, como en un acción que terminó con un cabezazo de Manu Barreiro que estuvo a punto de ser gol.
Tanto fue el cántaro a la fuente que este terminó rompiéndose. Sucedió tras unas manos dentro del área del local Rachid, que el colegiado castigó con penalti. Manu Barreiro cogió la responsabilidad desde los once metros y no falló, anotando así su vigésimo primer gol en la competición. Pero el partido no estaba resuelto, porque unos minutos después el portero racinguista Mackay se lució con un paradón en un saque de esquina. El tanto visitante, de hecho, espoleó a un Sporting B cuyo entrenador introdujo en el campo a jugadores ofensivos para darle algo más de mordiente... Y eso le funcionó durante unos minutos, pero entonces el lateral derecho Benito vio su segunda cartulina amarilla por un agarrón a Marcos Álvarez y, en inferioridad numérica, el filial ya naufragó a la deriva ante la superioridad de su oponente.
Así, en el tramo final el cuadro verde dispuso de ocasiones para ampliar su renta. Sobre todo por mediación de Pablo Rey –incluido un lanzamiento de falta que se estrelló en el larguero–, pero el balón no quiso entrar. Lo más importante, sin embargo, era que los puntos volaban para Ferrol, lo que acerca al Racing a la fase de ascenso a Segunda.