Manuel Rivas hizo ayer su primera incursión en la Feira do Libro para presentar su último poemario “A boca da terra” (Xerais de Galicia). El coruñés, que siempre arrastra una marea de lectores a su alrededor, recitó en alto algunos de los poemas donde deja que la naturaleza grite y murmure.
El autor que dice recordar y soñar entre verso y verso, hace que la natura toque a las personas y también a las máquinas. Ayer lo hizo de viva voz en una jornada, donde los niños amasaron plastilina para fabricar historias y Xabier Paz presentó “A Galera de Xelmírez”.
José Ricardo Pardo Gato introdujo en Méndez Núñez su particular relato del cuartel de las Atochas, con el que ganó el premio Arenas y por la tarde, los pequeños se inspiraron en “A gramola gominola” para hacer volar a su imaginación.
A pocos metros, las 42 casetas de Mostrart volvieron a levantar las persianas para enseñar lo que son capaces de labrar las manos con mimo. Desde complementos de cuero a fulares, joyas de plata, cerámica o utensilios de madera y navajas, los coruñeses coquetearon con la artesanía al mismo tiempo que el ciclo “Música nos xardíns” se despedía de las fiestas.
Una coral polifónica con solera como Follas Novas fue la encargada de hacerlo con un repertorio de temas del país que darán paso hoy al Festival Internacional de Folclore. Será entonces cuando los ritmos taiwaneses y mejicanos le pongan la nota multicultural a los jardines.