El Somozas no pudo dar continuidad en Luanco a las dos últimas victorias cosechadas ante el Racing de Ferrol y Celta B. El equipo dirigido por Míchel Alonso cayó derrotado por la mínima en feudo del farolillo rojo de grupo, el Marino, merced a un solitario tanto de Draman. El centrocampista malí marcó la diferencia en un partido cuya nota predominante fue la igualdad, pero en el que el conjunto local supo interpretar mejor su papel para acabar llevando el choque al terreno que más le favorecía.
Aunque el césped de Miramar ayer se encontraba en mejores condiciones que en los últimos tiempos, tampoco lució un gran aspecto: el balón no se deslizaba bien a causa de las irregularidades del terreno y en esa tesitura ambos equipos sufrieron para jugar el cuero por bajo. La puesta en escena del Marino, no obstante, fue eléctrica. Los asturianos, sabedores de que no les valía otra cosa que la victoria para seguir soñando con la permanencia, salieron con el cuchillo entre los dientes. Así Draman, en el primer minuto de juego, ya tuvo el gol en sus botas en un remate en el interior del área chica que se le escapó desviado. Y poco después estuvo a punto de marcar Omar, de cabeza, después de un centro realizado por Abraham desde la banda izquierda de ataque.
El Marino era un vendaval, pero conforme el reloj fue avanzando las fuerzas se nivelaron. El Somozas leyó bien el partido y mantuvo la compostura atrás hasta que a los locales comenzaron a fallarles las fuerzas. Así, con el partido igualado, emergió la figura de Draman. Un balón al espacio, un control orientado para irse de su par y un remate ajustado al palo para superar al meta permitieron al Marino conseguir el único tanto del partido.
INTENCIÓN
Ante este resultado, los gallegos se estiraron en la segunda mitad, pero los de Marco Díaz defendieron con orden e incluso gozaron de las mejores oportunidades del partido para aumentar su renta. Minutos después de la reanudación, el Somozas a punto estuvo de encontrar la igualada en una falta lateral, pero Rafa Ponzo voló de palo a palo para evitar que el tanto subiera al marcador. Dudi y Stefan, en jugada ensayada, instantes después, dieron la réplica asturiana, pero el balón tampoco encontró puerta.
Fue entonces cuando Míchel Alonso decidió mover su banquillo. Primero retiró a Stefan y Juan Martínez del terreno de juego para dar entrada a Rubén Gómez y Álex Ares. Más tarde fue Jordi Martì el que sustituyó a Pablo Antas. Sin embargo, los cambios no surtieron efecto. El Marino desactivó su ataque juntando sus líneas y armando la contra cada vez que conseguía robar un balón. El Somozas le vio las orejas al lobo y tampoco quiso jugarse el partido a cara o cruz.
Tras unos últimos minutos de agobio final, los marinistas sacaron a relucir su oficio y supieron mantener la ventaja para desesperación de un Somozas que ahora está obligado a preparar a conciencia los dos próximos partidos ante Lealtad y Langreo, dos finales que marcarán el devenir del equipo de aquí al final del campeonato.