Coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Médico, Neda rindió ayer homenaje a uno de sus vecinos más ilustres, Francisco Cebreiro Barros, más conocido como “o médico dos pobres”.
Al acto, que tuvo lugar al pie del monumento dedicado a Don Paco, acudieron múltiples vecinos que quisieron mostrar su recuerdo y cariño al facultativo en el 40 aniversario de su fallecimiento, así como diferentes representantes de la vida política y social. La nuera de Francisco Cebreiro, Teresa, y personas como Suso Polo y Carlos Pita que promovieron la construcción de la estatua, tampoco quisieron faltar a la cita.
El alcalde nedense, Ángel Alvariño, destacó la faceta humana de un vecino que ejerció la medicina de forma altruista y que sufrió la persecución por su ideología republicana. “Unha soa persoa pode cambiar o mundo, como así mudou hai anos Don Paco o da veciñanza de Neda”, alegó.
La concejala de Educación y Cultura del Concello, Cristina Bouza, hizo hincapié en la importancia de mostrar a los más jóvenes la figura de un hombre “bo e xeneroso, un home de esquerdas comprometido co pobo e co país”, haciendo también referencia a la época de Cebreiro como edil de Neda en la etapa republicana.
El poeta local Xoán García, por su parte, descubrió a los asistentes el lado más humano y profesional de un médico “humilde que camiñaba de noite á luz dun farol para asistir nas casas ás mulleres que estaban de parto” y que cobraba 15 pesetas por consulta cuando lo habitual eran 100.
Por último, y tras la lectura del poema “Lembranza”, el historiador Bernardo Máiz, mencionó la faceta más política de un médico que ayudó a muchos escapados de la posguerra. El escritor hizo un repaso de la vida de un hombre que fue varias veces detenido y multado y que en 1947 “subiu nun coche en Perlío para regresar aos dous días a Neda e que viaxou ata Regüela a curar a “Patitas” quen se disparou na perna da que non estaba coxo”, contó Máiz, haciendo referencia a un informe de la Guardia Civil de Xuvia de la época. El acto culminó con la colocación de unas flores al pie del monumento y la interpretación del himno galego a cargo de Airiños de Fene. l