El velero “Laion” concluye hoy con sus travesías por la ría de Ares su periplo anual por la costa gallega, en el que se pone a disposición de las personas con discapacidad para brindarles la oportunidad de navegar a vela en un espacio adaptado a sus necesidades. El barco de la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami) da la posibilidad de salvar las barreras que a menudo se encuentran las personas con dificultades para sus desplazamientos. Y lo hace este verano por decimoséptima vez, dentro del proyecto Galicia Vela Adaptada (Gavea).
El Club Náutico de Ares es el puerto de atraque en su estancia por esta ría. Allí embarcaron ayer por la mañana los usuarios de la asociación Aspanaes de Santiago de Compostela y, por la tarde, los de Cogami Ferrol. Estos últimos repetirán hoy de nuevo, en la última de las salidas que se realizarán en 2019. Se hacen turnos en los que se lleva a ocho personas cada vez, por lo que más de una veintena habrán disfrutado de su bautismo de mar en la ría de Ares cuando hoy acabe la actividad. En total, y desde que en junio comenzara su viaje en Ribadeo, más de 200 personas pudieron gozar de una propuesta de ocio que a menudo les resulta muy lejana.
Las limitaciones que otras embarcaciones puedan tener quedan solventadas en el “Laion” gracias a su grúa, que permite embarcar a personas con movilidad reducida. Además tienen asientos adaptados en el propio barco, con lo que está garantizado el acceso a cualquier persona, y un pulsador electrónico que facilita su manejo.
En las travesías, de tres horas, los pasajeros tienen la oportunidad de aprender nociones básicas sobre navegación a vela, practican nudos náuticos, manejan el timón y aprenden vocabulario propio de la navegación.
De Ribadeo a Pontevedra
El “Laion” comenzó su viaje en la ría de Ribadeo los días 17, 18 y 19 de junio y desde allí se desplazó a Pontevedra para pasar después por las rías de Muros, Camariñas y A Coruña.
El barco fue incautado en 2002 al narcotráfico y está cedido a Cogami. Mide 13 metros de eslora y tiene una capacidad máxima para diez personas: dos tripulantes (voluntarios), seis participantes con alguna discapacidad y dos acompañantes de estos grupos. Desde que empezara con sus viajes ha dado la posibilidad de iniciarse en la navegación a más de 4.000 personas, según explican desde Cogami. Además de los beneficios para los usuarios, esta actividad de ocio supone también una oportunidad para facilitar la sensibilización y la concienciación social respecto a la necesidad de tomar medidas que permiten una inclusión más fácil a estos colectivos.