La Comisión Europea (CE) advirtió ayer a España de que existe un riesgo de que se desvíe de forma “significativa” del ajuste fiscal que le exige Bruselas en 2019 y 2020, así como de que incumpla las normas europeas que requieren reducir la deuda pública en ambos ejercicios.
En este contexto, el Ejecutivo comunitario pidió a España tomar medidas este año y el que viene para asegurar que el gasto público primario no crece más de un 0,9% del PIB en 2020, de modo que cumpla con el requerido ajuste estructural –sin tener en cuenta el ciclo económico– del 0,65 por ciento del PIB ese año.
Asimismo, recomienda “usar las ganancias inesperadas para acelerar la reducción del ratio de deuda con respecto al PIB” y pide al país “preservar la sostenibilidad del sistema de pensiones”.
La Comisión emitió ayer sus recomendaciones específicas para España tras analizar el Plan de Estabilidad y el Programa Nacional de Reformas remitidos por el Gobierno a finales de abril, así como para el resto de países de la Unión Europea. El Ejecutivo comunitario propuso ayer cerrar definitivamente el procedimiento por déficit excesivo en el que España lleva inmersa desde 2009 dado que el desvío bajó del 3% del PIB en 2018. “Los esfuerzos hechos han dado frutos, a pesar de las dificultades que persisten, sobre todo, en términos de paro”, declaró el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Sin embargo, Bruselas advierte también de que seguirá vigilando las finanzas del país para evitar que vuelva a descarrilarse.
En concreto, la Comisión se centrará ahora en el déficit estructural, que España debe reducir en un 0,65% del PIB (unos 7.600 millones de euros) tanto en 2019 como en 2020.
Tras analizar los documentos remitidos por el Gobierno, Bruselas cree que podría incumplir este requisito. De hecho, según sus previsiones macroeconómicas de primavera, publicadas en mayo, el déficit estructural se iría del 2,7% del PIB en 2018 al 2,9% este año y al 3,2% el próximo.
El vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis, explicó que continuarán “siguiendo los desarrollos presupuestarios y vigilando las medidas políticas del próximo Gobierno”. Pero recordó que no será hasta 2020 cuando la Comisión evalúe si España respeta sus compromisos este año.
En materia laboral, el Ejecutivo comunitario recomienda “impulsar la transición hacia contratos indefinidos”, en particular con la “simplificación” de los sistemas de incentivos a la contratación.
Recuerda que el uso de los contratos temporales sigue siendo de los más altos de la UE.
En cuanto al sistema de pensiones, la CE insta a “preservar su sostenibilidad”, alaba las reformas laborales de 2011 y 2013, que a su juicio ayudaron a esta sostenibilidad a largo plazo, y avisa del riesgo de ligar las subidas al IPC.
“Si se continúa ligando los aumentos de pensiones a la inflación y el aplazamiento del factor de sostenibilidad, se requerirían medidas compensatorias para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en el medio y largo plazo”, dice en su informe la Comisión Europea.