Son muchas las que todavía sobreviven pero de las que apenas se tiene constancia. Las cabinas telefónicas han pasado a ser un vago recuerdo de la vida pre teléfonos móviles, por lo que parecen prescindibles hoy en día.
Atrás quedan esos días en los que se formaban largas colas esperando a poder echar alguna moneda para comunicarse con familiares y amigos que estaban en la distancia.
Sin embargo, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital acaba de designar a Telefónica como único operador encargado de la prestación de los servicios universales relativos a la oferta de cabinas al menos durante un año más después de que el concurso para dicho servicio quedase desierto por la ausencia de participantes.
La empresa debe mantener la prestación desde el 1 de enero de 2017 hasta el 31 de diciembre del mismo año, con la posibilidad de que esta designación pueda extenderse hasta el 31 de diciembre de 2018.
En España, el número de cabinas que existen en la actualidad es de 18.300 de las que 12.000 no son rentables, según fuentes del sector. Con todo, el servicio universal de telecomunicaciones garantiza que tiene que haber como mínimo un teléfono público en cada municipio de 1.000 habitantes o más, a los que se sumaría uno más por cada 3.000 habitantes.
En Ferrol y su comarca, sobreviven 58 cabinas telefónicas, según datos de la página web www.cabitel.es, dependiente de Telefónica. Ferrol es el que más alberga (23), seguido de Narón (10), Fene (5), As Pontes (4), Mugardos (2), Neda (2), Ortigueira (2), Cedeira (2), Ares (1), Cariño (1), Monfero (1), Pontedeume (1), Cabanas (1), San Sadurniño (1), Valdoviño (1) y Mañón (1). As Somozas, Moeche, Cerdido y A Capela son los únicos ayuntamientos que no presentan ya ninguna cabina telefónica.
Solo el tiempo dirá si este servicio se mantiene o se reutilizan sus espacios como ya ocurre en otros países del mundo