La película “Jupiter’s moon”, fue reconocida como Mejor Película en el 50 Sitges - Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña y lanzó un mensaje esperanzador a Europa sobre la crisis de los refugiados: “Tenemos que aprender para entender”, sobre una situación que viene de lejos, según afirmó el director húngaro Kornél Mundruczó.
En rueda de prensa, después de que se anunciara que su película resultó ganadora, el realizador explicó que no se trata de un mensaje contra Europa, “sino para Europa”, a la que llama a utilizar la situación para mejorar y sentirse orgullosa, dijo, acompañado del director del festival, Ángel Sala.
El húngaro explicó que cuando se intensificó la crisis rodaron mucho material para documentarse para la película pero también para recoger lo que sucedía, y que dos años antes pasó seis semanas en un campo de refugiados y sintió que tenía que explicar lo que sucedía: “Ha sido un proceso muy largo de producción, no es solo una foto en blanco y negro”; reflexionó.
Sobre el protagonista, un joven sirio que recibe un disparo tratando de cruzar la frontera hacia Hungría y desarrolla ciertos poderes para levitar, explicó que es alguien “que podría ser un ángel”, y que es una aportación de fantasía a la historia, a lo que Mundruczó añadió que prefiere las mezclas a los géneros puros porque representan de mejor manera la realidad.
Después de que llegaran a Hungría 800.000 refugiados en tres meses, el Gobierno del país se esforzó para que no hubiera más, levantando una valla en la que pueden ser disparados, por lo que actualmente hay pocos refugiados y los que aparecen en la película como extras llegaron desde Austria. Para unas escenas en un campo de refugiados tuvieron que crearlo en un set, ya que no les dejaron rodar ni en los que estaban cerrados.
Sobre estos emplazamientos afirmó que trataron de reflejar la vergüenza de esos lugares: “Te preguntas cómo podemos ser tan inhumanos. Hungría no es un país rico pero puede crear un campo mejor”.