Casi una decena de años no parece poco para conseguir la unión de dos barrios a través de una pasarela peatonal accesible. Eso es lo que llevan esperando los vecinos de Santa Mariña y también los del Ensanche A hasta ver cómo cada vez están más cerca.
En un plazo de unos quince días está previsto que el puente de unión sobre la vía del ferrocarril pueda estar operativo, o al menos eso es lo que espera la entidad vecinal de Santa Mariña, por el desarrollo que están teniendo las obras que, apuntan, están a punto de concluir. Actualmente se está colocando el piso de hormigón en la zona de acceso a la pasarela.
Lo cierto es que el plazo de ejecución de la obra ya ha concluido. Inicialmente se anunció que la pasarela estaría lista en otoño y posteriormente, tras la visita del concejal de Urbanismo a la zona, se confiaba en que podría ya ser atravesada por los vecinos a final de año. El último anuncio postergaba ya la conclusión de la ejecución hasta el 17 de enero, ya que la empresa adjudicataria de las obras – Arias Infraestructuras SA– solicitó una prórroga, explicando, a este respecto, que los trabajos se vieron retrasados por una demora en una autorización por parte de ADIF.
La nueva fecha, sin embargo, ha vuelto a expirar y, según parece, todavía se prolongará unos días más.
Las obras se adjudicaron ya en el anterior mandato por un importe de algo más de 626.000 euros, si bien no dieron comienzo hasta el mes de mayo del pasado año. El plazo de ejecución inicial estaba estipulado en seis meses, aunque, tras la prórroga, se prolongaron hasta ocho.
La nueva pasarela del barrio de Santa Mariña conecta esta zona, desde el Camiño Laxeiro, hasta la calle Seselle, en el Ensanche A.
Cuenta con más de tres metros de ancho, y puntos de luz instalados cada seis metros, e implica un cambio radical en la mejora de la movilidad y de la accesibilidad de la zona.
Con esta actuación, que ocasionó múltiples protestas y manifestaciones de los vecinos de la zona, se pone fin a una demanda histórica de la zona y se mejora la calidad de vida de los vecinos.
ADIF, sin embargo, todavía tiene una asignatura pendiente con la zona, la actuación en el talud de la vía del ferrocarril, afectada por desprendimientos.