El magistrado del TSXG Luís Villares presentó ayer su candidatura a las primarias de En Marea por “compromiso social” y para combatir la “mala gestión” del PP en el marco de un proyecto “ilusionante, con fuerza y solvencia” que, desde su constitución como partido instrumental, a su juicio, mostró una generosidad “no inédita” pero con “escasos precedentes”.

Así, al respecto de si su decisión de dar “un paso más” depende de cómo finalmente termine la confluencia con Podemos, con la vista ya puesta en las elecciones autonómicas del 25 de septiembre, dijo que su compromiso “no tiene vuelta atrás” y está “al margen” de las “vicisitudes” del proceso.

En una comparecencia en un céntrico hotel de Santiago, Villares respondió a las preguntas de los periodistas, y así apuntó que “evidentemente” ve posible que “la marea gallega” quede como primera fuerza política en la comunidad gallega. En cualquier caso, consideró “posible, deseable y necesario” que haya entendimiento con el PSdeG y el resto de fuerzas que aspiran a “desplazar a los malos gestores del PP” de San Caetano.

Su objetivo al tomar la determinación de acudir a las primarias de En Marea es, primero, obtener “la confianza del conjunto de la marea gallega”, para “más adelante” recabar la de la ciudadanía gallega, y abrir “una nueva etapa de esperanza” que cambie la situación de “abandono” e “injusticia” que dijo que detectó durante el ejercicio de su profesión.

Si habrá más candidatos a las primarias, aseguró que no le consta que otra persona piense en postularse, pero “podría ser posible” y “en absoluto un problema”, sino “un sano ejercicio de democracia interna”.

En cuanto a la decisión que finalmente tome Podemos, opinó que su “consecuencia natural” es “la integración”, pero abogó por “respetar los tiempos internos de las organizaciones”, convencido, eso sí, de que el espacio “natural” de la formación morada es el de la “confluencia” sumándose al proyecto de la “marea gallega”, cuyo nombre todavía está “acabándose de decidir”.

En este sentido, reconociendo unos “tiempos ajustados” por la convocatoria de comicios en septiembre, Luís Villares avisó de que las elecciones “obligan a no perder el tiempo”, y llamó la atención sobre que el equipo de la “marea” “ya se puso a trabajar” para ofrecer una respuesta “realista, solvente y eficaz”.

Consciente de “cómo las decisiones políticas impactaban en decisiones administrativas”, de forma que no terminaban siendo “siempre justas”, Villares confesó que su interés es ser candidato a la Xunta para acabar con la situación de poderes públicos que “dejaron de cumplir su función de servir” y “asistir” a la población gallega, con el propósito último de aumentar el bienestar social.

En la “marea” vio, según explicó, una “suma de sinergias” con diferentes colectivos que “convergen en la necesidad de un cambio” y en cuyos valores afirmó sentirse identificado. Preguntado por los suyos, citó la “honestidad” en el trabajo y “la honradez en los postulados”.