Los impositores de fondos en la Cooperativa de Pedroso no están dispuestos a arrojar la toalla cuando ya se superan el año y medio del inicio del concurso de acreedores que motivó la intervención judicial de la entidad. Parte de los afectados volvieron a manifestarse ayer ante el almacén de la entidad para expresar una vez más su descontento con la “lentitud” con la que se está desarrollando el proceso y para reclamar “una resolución justa, que dé respuesta en la medida de lo posible a las graves consecuencias que vivimos los pequeños ahorradores”, según manifestó una portavoz del colectivo de afectados.
Entre otras cuestiones, estos denunciaron ayer que la actividad del almacén comercial, lejos de contribuir a aliviar la situación económica de la cooperativa y, en consecuencia, a favorecer que los fondos económicos que entran a través de este último reviertan en la recuperación de los ahorros, “ha constituido un lastre y es claramente deficitaria”, señaló la misma representante. “Durante el tiempo que hemos permanecido aquí” –en referencia a la protesta que secundó un grupo de una treintena de personas– “apenas ha entrado alguna persona en las instalaciones, en las que trabajan cinco personas”.
“Queremos que la justicia actúe no solo tratando de garantizar la recuperación de la mayor parte de los ahorros perdidos tras años de mucho esfuerzo, sino que también dirima las responsabilidades sobre los gestores de la cooperativa que la han abocado a la ruina”, indicó la consultada.
UNA ÚNICA OFERTA
La venta de los terrenos y bienes inmuebles de la cooperativa solo ha encontrado respuesta por parte de una empresa expresamente constituida para tal fin. La oferta realizada se eleva a 325.000 euros, una cifra muy lejana del millón y medio de euros que se debe al conjunto de impositores.
Al menos una parte de ellos lograron retirar sus fondos una vez que se conoció la difícil situación económica de la entidad, un aspecto ampliamente criticado por el resto de los ahorradores, que entienden que entre los componentes de la junta directiva hubo pleno conocimiento de las circunstancias de quiebra.
Los afectados permanecen a la expectativa de que en fechas ya inmediatas –probablemente a lo largo de la semana que mañana da comienzo– se produzca una resolución que determine las cantidades económicas que cada impositor pueda recuperar. “Sabemos que hemos perdido la mayor parte, pero también que es necesario mantener la presión para que quien tiene competencias haga lo posible”, dijeron.