El fuego que afecta a la parroquia de Flariz, en Monterrei, desde el viernes calcinó 720 hectáreas, de acuerdo con las últimas estimaciones, que suponen que este es el incendio más grande de Galicia en lo que va de temporada.
El fuego está estabilizado desde las 15.20 horas de ayer, informó la Consellería do Medio Rural. De este modo, al cierre de esta edición, no constaban incendios de más de veinte hectáreas activos en la comunidad gallega.
La Xunta concretó que, con las nuevas estimaciones, de las 720 hectáreas afectadas, 450 son de superficie forestal (400 de monte raso y 50 de monte arbolado) y las otras 270 son agrícolas. El incendio se queda a 50 hectáreas de ser considerado un gran incendio forestal, categoría en la que se encuadran los que superan las 500 hectáreas de monte.
La cercanía de las llamas a algunas viviendas provocó que se activase durante unas horas en la madrugada del sábado la alerta (situación 2).
Para colaborar en las labores de extinción se movilizaron hasta el momento un técnico, 24 agentes, 56 brigadas, 30 motobombas, dos palas, nueve helicópteros y 12 aviones, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En un municipio de tradición vitivinícola, muchos viñedos quedaron seriamente dañados y los vecinos coinciden en una palabra para definir lo vivido en las últimas horas: virulencia.
El alcalde, José Luis Suárez, apuntó a que avanzó muy rápido, tanto que llegó a conformarse un frente de casi tres kilómetros entre los núcleos de Flariz y Medeiros, con riesgo para A Salgueira.
El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico movilizó siete aviones y dos brigadas para colaborar en la extinción del incendio, siendo Ourense la provincia que concentró “la mayor parte de los efectivos de extinción de incendios” del ministerio, puesto que también colaboraron en otros dos fuegos en A Mezquita y Riós. A Monterrei se desplazaron dos brigadas de refuerzo de incendios forestales (BRIF) en cuatro helicópteros con capacidad para 1.200 litros, procedentes de la base de Laza.
También trabajaron en este lugar tres aviones anfibios Canadair con capacidad para 5.500 litros de las bases de Lavacolla (A Coruña), Matacán (Salamanca) y Torrejón de Ardoz (Madrid); dos aviones anfibios Fire Boss, con capacidad para 3.100 litros, de la base de Rosinos (Zamora); y un helicóptero Kamov de la base de Ibias (Asturias), de 4.500.
Extinguidos
Ayer quedaron extinguidos los incendios que afectaron a la parroquia de Vilardemilo, en Viana do Bolo, y a la de Queirugás, en Verín, también en la provincia de Ourense. El primero de ellos quemó 210,47 hectáreas, mientras que el segundo calcinó 143,93 hectáreas. En conjunto, estos tres incendios arrasaron en los últimos cinco días en la misma provincia más de 1.074 hectáreas.
De acuerdo con la última actualización de los datos, el incendio de Viana do Bolo quedó extinguido a las 12.30 y la Xunta apunta a un origen intencionado en este caso, puesto que se registraron hasta cinco focos diferentes el jueves y comenzó a unas horas a las que los medios aéreos apenas pudieron trabajar
El de Verín se declaró extinguido a las 12.31, interviniendo un técnico, 17 agentes, 35 brigadas, 17 motobombas, dos palas, 10 helicópteros y nueve aviones.