La fragata “Blas de Lezo” partió a primera hora de la mañana de ayer hacia Rota para iniciar los trabajos previos al despliegue con la OTAN en el Mediterráneo. El barco formará de nuevo parte de la Agrupación Naval Permanente número 2 y realizará ejercicios coordinados por las armadas española, italiana y turca durante los próximos meses. El regreso está previsto para finales de noviembre y, a continuación, tomará el relevo en los grupos de respuesta rápida de la Alianza la “Álvaro de Bazán”, que se unirá previsiblemente en diciembre.
El comandante de la “Blas de Lezo”, el capitán de fragata Juan Carlos Pérez Guerrero, explicaba los planes para la fragata minutos antes de partir. “Ahora haremos un período previo de adiestramiento intensivo en Rota”, apuntaba. Se trata de tareas de inspección y calificación que se llevarán a cabo en la bahía de Cádiz y supervisadas por el Centro de Evaluación para el Combate (Cevaco). “El 17 de septiembre nos destacaremos hacia el puerto de La Spezia, en Italia, donde nos integraremos operativamente a la Agrupación Permanente de la OTAN”, comentaba Pérez Guerrero. Esto implicará la realización de al menos tres ejercicios: El “Dynamic Mariner-Flotex”, el “Mare Aperto” y el “Dogu Akdeniz”.
El primero, “Dynamic Mariner-Flotex 19” se realizará en las primeras semanas de octubre en aguas de España y está organizado por el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad, a bordo del buque de asalto anfibio “Castilla”. El “Dynamic Mariner” corresponde a la OTAN y es un entrenamiento para la integración y el combate que supone además conseguir la certificación para las operaciones de 2020. El “Flotex 19” lo asume la Armada y su objetivo es el de mejorar las operaciones de respuesta colectiva a las crisis.
A partir de mediados de octubre (entre el 14 y el 25) la F-103 navegará hacia el Mediterráneo central para participar en la segunda “Mare Aperto” de 2019, una operación de la marina italiana.
El “Dogu Akdeniz” se llevará a cabo a mitad de noviembre y está organizado por la marina turca en aguas del Mediterráne oriental.
La “Blas de Lezo” lleva a bordo a 185 personas que componen su dotación, además de un equipo operativo de seguridad desplazado desde Madrid y formado por once infantes de Marina y una Unidad Aérea Embarcada con un helicóptero y 18 efectivos. “En total, seremos un contigente de 220 personas saliendo de Rota el 17 de septiembre”, explicaba Juan Carlos Pérez Guerrero.
La salida de la fragata fue la primera a la que asistió el capitán de navío Santiago Vila Barrón como comandante de la 31 Escuadrilla de Escoltas.
En un gesto pocas veces visto, hizo que los marineros rompiesen filas para arengarlos sobre su misión de una forma más informal.
Les recordó la importancia de la misión para España, “una contribución decisiva a la defensa” utilizando “siempre los mejores barcos”, por lo que se pone en juego también el prestigo de la Armada. “Es muy importante para la Escuadrilla porque los SMNG [Agrupación Permanente de la OTAN] nos dan una extraordinaria oportunidad de adiestramiento”, añadió.
También insistió Vila Barrón en el aporte personal de una experiencia “que necesitáis para mejorar como marinos y crecer como personas”.
“Aprovechad al máximo el trabajo, apoyaos unos a otros y disfrutad de vuestra navegación y de vuestras estancias en puerto. Cuando regreséis a casa habrá merecido la pena el sacrificio”, concluyó.