El Bloque reivindicó ayer la apertura real de los astilleros de Ferrol a la construcción civil y la ruptura del modelo de sumisión política del grupo público Navantia con las organizaciones que rigen el Estado central.
En una rueda de prensa ofrecida ayer en la sede de la formación en la ciudad naval, la diputada del Parlamento gallego, Ana Pontón, y el portavoz del grupo y candidato a la alcaldía, Iván Rivas, criticaron duramente los últimos derroteros de las factorías locales, especialmente tras el anuncio de que la fabricación de las fragatas F-110 no daría comienzo, como muy pronto, hasta los últimos compases de 2020.
“Fainos temer que a carga de traballo sexa moi inferior a que se anunciou”, aseguró la diputada nacionalista.
“Queremos un sector naval con futuro que non sexa dependente da construción militar –señaló Pontón– porque sería irresponsable renunciar a todo o potencial do sector; noutras palabras, defendemos un naval que tamén aposte pola construción civil, polo desenvolvemento tecnolóxico e pola I+D+i”.
Por su parte, Iván Rivas incidió especialmente en el nuevo plan estratégico de Navantia, al que calificó de “tomadura de pelo”, afirmando que únicamente traería consigo un recorte del 25% de la plantilla y una dependencia cada vez mayor en la subcontratación. Así, el candidato a la alcaldía elucubró que el objetivo de esta nueva reconversión era transformar el grupo público en una marca comercial y que los proyectos como el del Astillero 4.0 no eran más que humo para vender a la ciudadanía.
Del mismo modo, Rivas criticó la insistencia del Partido Popular en la necesidad de construir un dique seco, cuando, asegura, eran ellos mismos los que aseguraban en el pasado que era un proyecto económicamente inviable.
Además, la diputada del BNG censuró el uso político del sector naval en tiempos de elecciones, recordando promesas incumplidas por el gobierno de Alberto Núñez Feijóo, como el de los floteles para México o el centro de reparaciones en Ferrol.
Así, Ana Pontón instó al presidente de la Xunta a que cumpliese con la Ley de Fomento del naval, en la que se incluía la participación del gobierno gallego en el consejo de administración de Navantia. Por último, la diputada adelantó que se llevaría al Parlamento una batería de iniciativas para la reforma del sector.