El candidato a la presidencia del PP Pablo Casado aseguró ayer que no optó al liderazgo del partido “para conseguir un cargo ni para hacer lo mismo con los mismos”, en referencia a su rival Soraya Sáenz de Santamaría, que se mostró dispuesta a ser generosa “en la definición de equipos” y también con la secretaría general que, consideró, no tiene que ocupar alguien de su equipo.
La ex vicepresidenta del Gobierno de Mariano Rajoy, en sendas entrevistas en la COPE y “El Mundo”, declaró que será generosa “en la definición de equipos” y señaló que la secretaría general no tiene por qué ocuparla alguien de su candidatura, aunque todavía no se la ofreció a Pablo Casado, con el que se disputará la presidencia del PP en el Congreso Extraordinario que se celebrará en Madrid el 20 y el 21 de julio.
La candidata recordó que la suya es “la lista más votada y en el Partido Popular la defensa de que gobierne la lista más votada es algo que está en nuestro ADN”.
La exvicepresidenta del Gobierno explicó que es “heredera tanto de Mariano Rajoy como de José María Aznar” y que va a tratar de unir al PP.
“Es el momento de que una mujer sea presidente del Gobierno, no voy a negar que para mí a la hora de presentarme fue un acicate”, declaró.
Por su parte, Pablo Casado, en un acto de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) junto a Ángeles Pedraza, celebrado en el parque del Retiro de Madrid, explicó que “si alguien se ha presentado para seguir en el poder no es mi caso”.
Volver a los once millones
De lo que se trata, dijo Casado, es de refundar el centroderecha en España, y volver a ser el partido de los once millones de votos, pero no con un proyecto que estuvo al frente del gobierno durante ocho años y “ya se ha visto a dónde nos ha llevado: nos han echado con una moción de censura, y el problema catalán sigue ahí”.
Horas antes, Sáenz de Santamaría había trasladado a su rival el mensaje de que pueden hacer muchas cosas juntos, pero, además, le dijo que la renovación no depende exclusivamente de la edad, “depende de las ideas”.
En caso de no resultar elegido presidente del PP, Casado trabajará “de forma leal y sin pedir nada a cambio”. El exvicesecretario también dijo ayer que si es elegido líder del partido propondrá al Congreso una Ley de Memoria, Dignidad y Justicia, para rendir homenaje a las víctimas del terrorismo, ya sea etarra, yihadista o de cualquier signo.
Durante un acto en recuerdo a las víctimas del atentado de Londres, del que se cumple ayer un año, organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo Casado explicó que este proyecto contempla cinco medidas, entre ellas que se tipifiquen como delito los homenajes a etarras para que no dependa de los juzgados.
También se levantaría un monolito en cada una de las localizaciones donde se produjo un atentado con víctimas, junto al que se celebraría cada año, en los aniversarios, un acto; asimismo, propone llevar a cabo una reforma educativa para incluir en los programas un relato histórico sobre la banda terrorista, de modo que “nuestros hijos sepan qué ocurrió en España”.
La ley incluiría una reforma penal, de modo que la doctrina “Parot” no se convierta en un agujero, y los terroristas cumplan sus penas íntegramente, y también una “ley de seguridad” que garantice “la prevalencia y el respeto a las fuerzas y cuerpos de seguridad”, para que no ocurra como en los atentados de Barcelona.