El Somozas se tuvo que conformar con un punto en el encuentro que disputó en la mañana de ayer en el campo de Barreiro, en Vigo, ante el Celta B.
En la primera mitad, el conjunto olívico fue el que llevó la iniciativa y dispuso de muchas más llegadas al área que el cuadro somocense, aunque sin demasiado peligro, por lo que el meta apenas tuvo que intervenir.
A la formación visitante le costaba contactar con la gente de arriba y eso provocaba que tuviese dificultad para mantener posiciones demasiado largas. Por ello, lo mejor fue llegar al descanso con el marcador inicial.
Sin embargo, en la reanudación, el Somozas salió con otra mentalidad y mucha más intensidad, presionando algo más arriba, lo que llevaba a que su contrincante tuviera muchas dificultades para sacar el balón.
Además, las mejores oportunidades del choque llegaron para el lado visitante. La más clara se produjo en el minuto 71, cuando Mario Barco recibió un balón en profundidad, le ganó en velocidad a la defensa y su disparo se estrelló en los dos postes antes de retornar al campo.
A partir de ahí llegaron los mejores minutos del equipo de Stili. Un centro de Añón fue despejado hacia su propia portería por Diego Alende, obligando a su cancerbero a despejar el esférico con muchos apuros.
También el Celta B se pudo poner por delante con dos remates, uno con la cabeza y otro con el pie, de Guille Andrés, que obligó a Mandaluniz a lucirse.
De esa forma, se llegaba a los últimos instantes del duelo con mucha emoción.
A punto de cumplirse el minuto 90, el Somozas tuvo una jugada a balón parado, quedando el esférico suelto en el punto de penalti, disparando Adrián y, cuando ya se cantaba el gol, Néstor sacó una mano milagrosa para enviar el balón a córner.
De esa forma, se llegó al final del tiempo reglamentario sin que se moviese el marcador y con un reparto de puntos.