Eva María Rodríguez es máster en Psicología jurídico-forense e intervención social y David Teijido lo es en Neurociencia. Ambos psicólogos impartían talleres con asociaciones gallegas y a principios de este año decidieron montar su propio centro especializado. El coronavirus no les detuvo y en agosto echó a andar Vitei en la avenida de Esteiro.
¿Cómo se realiza la atención psicológica en pandemia?
Nuestra forma de trabajar ha sido orientada desde un principio a adaptar nuestros servicios a la situación. Los talleres y cursos que realizamos en el centro se imparten con todas las recomendaciones sanitarias. También ofrecemos apoyo psicológico online y telefónico, además de presencial, para esas personas que tienen miedo a desplazarse y realizar actividades fuera de casa ya que, a raíz de la crisis sanitaria, ha crecido la demanda de ayuda psicológica, por lo que es importante adaptar los medios para llegar a esas personas que lo necesitan.
¿Qué ofrecen en Vitei?
Nos dedicamos principalmente a tres actividades. Una es la psicoeducación para adultos y niños mediante la cual acercamos la psicología a la gente a través de talleres y cursos. Trabajamos de forma dinámica e interactiva distintos aspectos de la vida mental de nuestros usuarios como la relajación, las habilidades sociales, la autoestima. También tratamos de enseñar, de forma accesible, conceptos de la psicología, con el objetivo de dotar a la gente de conocimiento psicológico básico. Creemos que la educación en lo concerniente a la psicología es muy escasa y realmente la gente no tiene los conocimientos sobre la mente y la forma en que pensamos, sentimos y vivimos. Consideramos que esto es indispensable para llegar a desarrollar habilidades y herramientas que nos ayuden. Nos parece importante porque en relación a este tipo de actividades, existen terapias alternativas no científicas, pero no existe en la comarca un centro especializado en el que se traten temáticas de interés como la relajación, el mindfulness o el desarrollo personal y que estén impartidas por psicólogos colegiados, que se basen en el conocimiento con valor científico y práctico.
¿Cuáles son las otras dos?
La otra actividad es el apoyo psicológico. De forma general está orientado a personas en situación de estrés, ansiedad, ansiedad social, cambios vitales, duelos, desarrollo personal, emocional y de habilidades. Además, ofrecemos apoyo especial a las personas que, con la crisis sanitaria, se encuentran en situaciones de estrés, miedo, desesperanza, incertidumbre por el futuro, etc. Y por último, realizamos peritajes psicológicos, una rama de la psicología todavía muy desconocida.
¿En qué consiste?
Podemos explicarlo con un ejemplo. Si te rompieses un brazo, ¿llevarías la radiografía al juicio? Seguramente sí. En cambio, pocas veces se solicita un peritaje psicológico porque probar, por ejemplo, las secuelas psicológicas parece algo imposible y no lo es. Existen sistemas de evaluación probados científicamente que pueden arrojar luz acerca de la mente, personalidad o comportamiento de una persona en un proceso judicial. Ante un caso de violencia de género, podemos probar la existencia de daño psicológico derivado del maltrato. Además, en muchos delitos que se cometen en la intimidad, esta prueba es una de las únicas que tenemos para demostrar que existió violencia.
¿Es necesario estar enfermo para recurrir a la psicología?
Para nada. El psicólogo se puede ver como un guía que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, ya sean estos orientados a superar situaciones difíciles o simplemente encontrarse a uno mismo y aclarar las ideas, mejorar algún aspecto de la vida. Digamos que tienes que montar un mueble y no sabes cómo, el psicólogo sería algo así como las instrucciones.
¿Qué estado de ánimo entra dentro de “lo normal” ahora mismo?
Es importante entender que el concepto de normalidad hace referencia a lo que es común o habitual. En este sentido, podemos decir que ahora es más normal sentir ansiedad, estrés, depresión o desesperanza por el futuro a causa del contexto. Esto no significa que no se deba pedir ayuda ante estos problemas. Lo que se busca siempre es el bienestar psicológico de las personas.
¿Cómo podemos manejar la ansiedad?
Existen técnicas que podemos aprender para manejar el nerviosismo o la ansiedad. Nosotros siempre recomendamos asistir a un especialista para que valore el caso concreto y guíe este proceso. La ansiedad no es una tontería y se necesita un profesional para saber cómo gestionarla. No debemos postergar la salud mental ni infravalorar las consecuencias de hacerlo. La salud mental es tan importante como la salud física y a veces se nos olvida.
¿Qué problemas están asociados al encierro de marzo y abril?
El confinamiento ha tenido un efecto directo en el bienestar psicológico de las personas. Por una parte, dado que somos seres sociales, hace que aparezcan problemas emocionales relacionados con esa falta de interacción, como son los síntomas depresivos. Por el contexto de crisis y la incertidumbre, también aumentan los niveles de ansiedad y de miedo, lo cual se acentúa todavía más por el exceso de información al que estamos sometidos. Y la situación personal de cada uno puede ser un factor determinante. Por ejemplo, cuando se vive una enfermedad o la tiene alguien cercano, la situación se vuelve más complicada. Si hablamos de duelo, es un proceso mucho más doloroso y complicado. En estos casos es imprescindible acudir a un profesional.
Tenemos ahí la vuelta al colegio, otro escenario difícil.
Si ya el futuro de por sí es incierto, los meses que tenemos por delante lo son más todavía y los seres humanos toleramos muy poco la incertidumbre. Pero como dijo el especialista Fernando Simón, no podemos pensar en el virus como algo puntual y esperar a que esta situación termine. La pandemia, por desgracia, es nuestra nueva normalidad y tenemos que aprender a vivir en de forma diferente y, sobre todo, responsable. No debemos perder la esperanza de que todo esto acabará y lo hará bien, y no debemos dejar de vivir, siendo responsables y empáticos, siempre. En relación a la vuelta al colegio, hay que tener mucha paciencia y empatía con los más pequeños. Conlleva una fase de adaptación. Lo ideal para ayudarles es establecer una buena línea de comunicación con ellos, donde puedan hablarnos de lo que sienten y necesitan.
¿Qué mensaje les gustaría transmitir con respecto al futuro?
Nos parece muy importante, sobre todo en estos momentos, cuidar nuestra salud mental. Somos nuestro cerebro, pero seguimos procrastinando su cuidado y asociando psicólogo con locura o enfermedad. Normalizamos vivir con sufrimiento, apelamos a la fortaleza y esperamos que el tiempo sane las heridas y esto es insano. En relación a nuestra nueva normalidad, debemos ser empáticos y estar unidos, pensar como individuo en esta situación es un error que no conduce a nada. Si somos capaces de ponernos en los zapatos de otros y entender la gravedad, esto terminará antes y mejor. Y no debemos tener miedo a pedir ayuda. l