La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, se rebela contra la violencia que aún hoy padecen las mujeres y asegura que garantizar su seguridad es una medida ineludible para alcanzar la igualdad: “Más de la mitad de la población del planeta pagamos un particular y dramático peaje por ser mujeres”, asevera.
Profesora titular de Derecho Constitucional, Calvo (Cabra, 1957) ha ocupado cargos políticos de gran responsabilidad desde que fuera elegida parlamentaria andaluza en 1996: consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, ministra de Cultura, vicepresidenta del Congreso de los Diputados y, en la actualidad, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad.
A pesar de su trayectoria, insiste en que se ha encontrado con los mismos obstáculos de la “cultura machista” que padecen todas las mujeres, tanto los más evidentes como los más sutiles.
A pocos días del 8M, Calvo conversa en su despacho de La Moncloa de su conciencia feminista desde la niñez, de cómo la lucha por los derechos de la mujer ha dado una parte importante de sentido a su vida y de la necesidad de garantizar la seguridad de las mujeres para que puedan ser libres. “No puede ser entendible que tengamos que pagar precios especiales por nuestra libertad sexual, por nuestra seguridad”, denuncia.
Desde la infancia
Asegura que se considera feminista casi desde que tiene conciencia de ser mujer. “Desde niña observaba y veía cosas injustas, circunstancias más difíciles para nosotras y sobre todo veía a muchas mujeres amilanadas por la actitud de superioridad y prepotencia de algunos hombres. Lo observaba desde niña y supe que iba a trabajar contra eso”, apunta, y reconoce que el feminismo la ha “ayudado mucho”.
“Ha dado una parte importante de sentido a mi vida. Casi desde el inicio de mi vida conecté con la lucha por mis derechos, que eran los derechos de las otras, de todas, buscando un proyecto personal de vida que yo quería que fuera libre, que no tuviera trabas, que pudiera vivir la aventura de mi vida con toda la potencia posible y eso es el feminismo, es la lucha conjunta de todas las mujeres para tener las mismas oportunidades y para parar las injusticias y los obstáculos que tenemos”, indica.
La vicepresidenta apuesta por garantizar de forma “absoluta” la seguridad de las mujeres. “No puede ser entendible que tengamos que pagar precios especiales por nuestra libertad sexual, por nuestra seguridad cuando andamos solas, cuando viajamos solas, por la seguridad con nuestras parejas, en las relaciones sentimentales que se acaban volviendo nocivas hasta el asesinato. Más de la mitad de la población del planeta pagamos un particular y dramático peaje por ser mujeres”.
Además, añade que el feminismo tiene que ver con la libertad y que la igualdad “es el procedimiento para llegar a la libertad de cada una de nosotras”. “Lo que hace la sociedad patriarcal y machista contra nosotras es impedir que seamos libres”, dice Calvo, que se ha encontrado “con los mismos obstáculos que se han encontrado todas, empezando por la cultura machista”.