El Racing da un nuevo paso adelante para confirmar su buen inicio de temporada después de derrotar al filial del Sporting en un campo que no veía caer a los locales desde la temporada pasada. Joselu e Iván Garrido dieron los goles de la victoria a un conjunto verde que no dio opción alguna al asturiano, que nunca logró reaccionar al buen juego de los visitantes. Los ferrolanos supieron leer de forma excelente un partido que no se les trabó en ningún momento y, de esta forma, sumaron tres puntos que les consolidan en la zona alta de la clasificación.
El partido se presentaba como una oportunidad para que los de Gijón alargaran su excelente racha de partidos sin caer derrotados en el Pepe Ortiz, un estadio en el cual el filial se había hecho fuerte y en el que los rivales tenían pocas opciones de hacerse con la victoria. El Racing, por lo tanto, se presentaba en el campo asturiano dispuesto a plantar cara y de hacérselo pasar mal a un equipo que se había venido mostrando serio y con mucha calidad sobre el terreno de juego.
El balón echó a rodar con un grupo ferrolano dispuesto a imponer su juego y su ritmo ante un Sporting capaz de crear peligro. Dicho y hecho, el juego ofensivo de los verdes comenzó a pasar por las botas de un Pablo Rey con mucha presencia y que organizaba el ataque visitante. Fue en los primeros compases del partido cuando el Racing avisó con un tiro libre lanzado por el mismo mediapunta y que acabó en el travesaño. Bien adentrada ya la primera mitad y con los visitantes dominando el balón, Peláez envió un gran balón a Joselu entre la línea defensiva del Sporting y este abrió el marcador después de batir con una buena definición al meta Dennis.
Con el 0-1 los aficionados esperaban que el filial despertara y se acercara más a la portería de Mackay. Sin embargo, el gol inicial de Joselu reafirmó a un grupo verde que se sentía más cómodo a medida que pasaban los minutos. De esta manera, los ferrolanos se marchaban al descanso por delante.
En la reanudación, el técnico del filial trató de reactivar a los suyos dando entrada a Pedro Díaz. De esta manera, el centro del campo pasó a cobrar más importancia, si bien el Sporting no consiguió crear ninguna ocasión clara de peligro.
Poco a poco, las esperanzas locales se desvanecieron tras un error en la defensa local, que finalizaba un Iván Garrido que no perdonaba y aprovechaba la ocasión para poner el 0-2.
El tiempo era suficiente para permitir a los de Mareo tratar de reducir distancias y volver a meterse en el partido, pero el Racing no bajó el ritmo y no dio opción de crear peligro a un Sporting que vería su racha de partidos sin perder cortada por un conjunto superior.