Después de tres semanas dedicadas a los exámenes, desarrollados de forma presencial, el alumnado del Campus de Ferrol inició ayer el segundo cuatrimestre universitario desde sus casas. Al menos hasta el próximo día 17 –fecha hasta la que estarán en vigor las últimas restricciones determinadas por las autoridades sanitarias para tratar de contener la propagación del coronavirus–, la docencia en las tres universidades gallegas tendrá que ser online.
Se repite así la imagen de aulas vacías que hace ya casi un año, el pasado marzo, cogía por sorpresa a todos.
Ahora, las clases telemáticas no solo eran una opción que ya se contemplaban en los planes de contingencia elaborados por cada asignatura desde el inicio del curso sino que en la mayor parte de los centros ya se venían impartiendo en los últimos meses de forma combinada con las sesiones presenciales.
“Ahora estamos más preparados para hacer frente a esta situación”, comentaba ayer el director de la Escuela Politécnica Superior de Esteiro, Armando Yáñez. En su centro, y por cuestión de aforo de las aulas, venían impartiendoya el 50% de la docencia de forma telemática, con el fin de minimizar la presencia de estudiantes en el interior de la escuela, espacio en el que los estudiantes ya no pueden socializar ni interactuar.
“Ya estamos notando, sobre todo en los primeros cursos, la falta de contacto entre los estudiantes, que es fundamental en la relación con sus iguales”, comenta. Ante esta situación, desde el centro se han empezado a plantear la posibilidad de llevar a cabo algún tipo de actividad más informal, aunque tenga que ser también telemática, para fomentar la interacción y la conversación entre los jóvenes.
Desde el inicio del curso, la EPS tiene cuatro aulas preparadas para retransmitir las clases de forma virtual, con cámaras que siguen el desplazamiento del profesor y pantallas para visualizar la pizarra.
Enfermería
En la Facultad de Enfermería y Podología, su directora, Emma Rodríguez Maseda, confía y desea poder recuperar lo antes posible la presencialidad, sobre todo para lo esencial, como son las actividades prácticas en el laboratorio, “que es muy complicado virtualizarlas. Las alternativas a los créditos prácticos en grados como los nuestros son muy complicadas de forma telemática”, dice.
En este sentido, “hemos pedido al profesorado que inicien las materias con la parte teórica y dejen para más adelante la actividad en laboratorio, con la intención de que puedan ofrecerse de forma presencial”, explica. Por su parte, las prácticas clínicas solo las puede seguir desarrollando por ahora el alumnado de cuarto curso. El centro ha ido combinando desde el comienzo del curso ambas modalidades con el fin de contribuir a minimizar los riesgos de contagio en la pandemia. “Por el momento no hemos tenido ningún brote dentro de la facultad”, comenta.
También desde la Escuela Universitaria Politécnica de Serantes, su director, Andrés Piñón, reconoce que lo deseable es la clase presencial, a pesar de que su centro ya ha ido adquiriendo estos meses experiencia con las sesiones online. “Ahora ya había más previsión y la adaptación es más fácil”, reconoce.