El candidato a la presidencia del PP, Pablo Casado lanzó ya la campaña para la segunda ronda de las primarias del partido y ganar a Soraya Sáenz de Santamaría. En declaraciones a los medios de comunicación aseguró que la “integración” llegará después del congreso en el que se elegirá finalmente al presidente “popular” y apuntó que eso es lo que les pidió el expresidente, Mariano Rajoy: unidad “sincera” tras el cónclave.
“Me he presentado para ganar y creo que va todo muy bien”, dijo Casado, que ayer participa en la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular, a la que también asisten líderes internacionales como Barack Obama y otros nacionales como el presidente de Cs, Albert Rivera.
Normas decidas
El candidato dijo que ve “lógico” que se produzca la segunda vuelta tras la primera votación de los afiliados de ayer, que los compromisarios voten en el congreso y elijan entre Santamaría y él porque esas son las normas decididas desde el principio aunque, en ocasiones, a él no le han convencido. Llegados a este punto, insistió, se debe seguir hasta el final. “No vamos a ir a penaltis ni prórroga, pero es bueno jugar la segunda parte”, dejó claro.
El líder “popular” alejó así la posibilidad de un acuerdo con Santamaría para presentar en el congreso una lista unitaria, especialmente cuando la diferencia entre ambos es de unos 1.500 votos. El candidato empezó a preparar ya su campaña para ganar ese cónclave, que le llevará de nuevo a recorrer buena parte del país aunque esta vez será más “institucional”, precisó.
Sumar apoyos
De entrada, habló ya con los cuatro aspirantes que no pasaron el primer corte de las primarias para convencerles de que se sumen a su proyecto y empezó a contactar también con los líderes territoriales. El argumento es el mismo que el de la campaña pasada: su candidatura, dice Casado, es la “única” que puede ofrecer unidad sin fracturas “personales” ni del .
Entre los perdedores se encuentra María Dolores de Cospedal, a la que Casado lanzó ayer halagos y dijo que es su amiga, con quien comparte principios, valores y “una idea clara del partido, pero sobre todo de lo que necesita España”.
Casado recordó a todos los militantes que el jueves no votaron a la candidata ganadora para defender su derecho a decidir, con el voto de los compromisarios, a quién quieren de líder.
Mientras, desde la candidatura de Sáenz de Santamaría calculan ya que pueden contar con el apoyo suficiente de entre estos 3.184 delegados para ganar.
No solo recuerdan que son los más votados por la militancia, además creen que cuentan con un número “favorable” de compromisarios para la segunda vuelta, como apuntó ayer el director de campaña de la exvicepresidenta del Gobierno, José Luis Ayllón.
También están ya hablando, para buscar esos votos, con los “barones” del partido, muchos de los cuales insistieron ayer en pedir a los candidatos un esfuerzo en pro de la unidad.
Pero no parece que, por el momento, vaya a ser posible esa integración que tanto reclaman los líderes regionales.
Aunque Sáenz de Santamaría superó a Casado en 2,6 puntos, en la candidatura de este último ven los resultados de el jueves como un “empate técnico”. Insisten en que no pueden “decepcionar” a los militantes que votaron a Casado, entre otras cosas, porque les prometió llegar hasta el final y no pactar ni hacer “apaños”.